𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 27

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Fanny

—¿Para qué diablos me trajiste aquí, Rose? — Pregunté mirando a la vampiro.

Ella me había traído a una gran habitación donde se encontraban un montón de bancas y en el centro de la habitación se encontraba una especie de altar con una Águila dibujada en la pared.

—El señor Lucien me ha pedido qué la trajera aquí, mí señora — Responde ella a mí pregunta —.Ahora tenemos qué esperar.

—¿Qué es esté lugar?, ¿Y por qué me pediste qué me pusiera esté vestido?, con él parezco una novia.

—No pareces una novia...— Escucho la voz de Lucien en la dirección del altar, giro mí cabeza hacía allá y lo veo frente al altar —.Eres una novia.

—¿Disculpa? — Camino hacia él y me pongo enfrente suyo esperando qué me aclarara lo qué acababa de decir —.¿Qué dijiste?

—Lo qué escuchaste, amor eres una novia ahora mismo estás en la sala de la unión el lugar dónde mis antepasados unían sus vidas para la eternidad — Toma mis dos manos mientras me miraba —.Te esperaré todo lo qué sea necesario para qué tú vuelvas a ser la misma de antes pero antes quiero asegurarme qué no me dejes solo nuevamente.

—¡Estás loco! — Grite haciendo qué soltara mis manos —.Ya me cansé de todo esto, yo no soy Alexia y no me quiero casar contigo, yo me largo de aquí.

Cuando me dirigía hacia la salida de aquel lugar la vampiro Rose apareció enfrente de mí.

—Déjame pasar — Dije muy molesta —.Ahora.

—El rey está contento después de muchos siglos ahora qué usted regreso a su lado, no permitiré qué se vaya y lo deje nuevamente solo — Dice ella para después tomar mí cabeza con sus dos manos —.Usted se quedará aquí y proseguirá con esto.

Ella suelta mí cabeza y yo asenti.

No, no, ¿Qué estoy haciendo por qué asenti?, no quiero ésto yo no lo quiero a él yo no soy Alexia Kirova.

—Ven amor mío — Me llama Lucien.

Lo miró, me acercó a él y nos tomamos de las manos mientras Lucien sonreía.

Esto es cómo sí estuviera siendo controlada, ¿Qué diablos me hizo esa vampiro?, no es hipnosis de eso estoy segura, tal vez sea control mental o algo parecido.

—Nuestra eternidad después de esto, comienza nuevamente.

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Draco

—Aún lado — Dije mostrando mis colmillos después de volver a mí forma normal y de haber llegado a la puerta del palacio —.Hablo muy en serio.

Los dos vampiros qué custodiaban la entrada al palacio sacaron dos espadas y me apuntaron con ellas.

Solté una pequeña risa tras ver lo qué esos dos hicieron, no me moleste en atacar simplemente basto con una mirada mía para qué las dos armas de los vampiros se prendieron en fuego.

Forme un puño con mí mano derecha y el fuego qué se encontraba en las espadas se extendió hasta los vampiros los cuales comenzaron a arder en llamas.

El Heredero Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora