𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 26

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Fanny

—¿En qué le puedo servir, señorita Kirova? — La tal Rose entra a la habitación tras yo haber estado golpeando la puerta una y otra vez.

—Quiero ver a tú amó.

—¿Al señor Lucien?

—¿Acaso hay otro?

—Muy bien venga conmigo.

Ambas salimos de aquella habitación, caminamos por dos pasillos enormes y finalmente llegamos a una pequeña puerta blanca con detalles dorados en la manija.

—El señor Petrova está allá adentro, es la hora en la qué él toca el piano estoy segura qué con usted no se molestará sí lo Interrumpe, entre.

No espere más tiempo, tome la manija y entre.

Una vez me encontraba adentró, observé todo el lugar notando qué me encontraba en un gran estudió todo el lugar estaba repletos de estanterías con muchos libros y las paredes estaban llenas de retratos de gente desconocida para mí, la foto qué más llamo mí atención fue la de un niño montado sobre un hermoso caballo color blanco.

—¿Un gran cambio verdad? — Escucho la voz de Lucien en el fondo de la habitación.

Mire hacia allá y lo vi sentado enfrente de un piano.

—¿Te sorprende qué ya no sea rubio?, bueno con los siglos el pintarse un color de cabello diferente se hizo una moda y no me quise quedar atrás cómo un vampiro primitivo.

—¿Eras tú?, ¿El niño del caballo eres tú? — Camino hacia su dirección y me pongo a su derecha.

—Así es, ese retrato fue mucho antes de la caída del reino, ¿Has venido a verme para algo?, ¿Verdad?, ¿En qué puedo ayudarte?

—¿Cómo conociste a la mujer con mí rostro? — Solté la pregunta sin rodeos —.Quiero saber.

—¿Aún no aceptas qué eres ella?, bien te contaré nuestra historia después de todo esto te puede ayudar — Desvía su mirada hacia a mí y da una pequeña sonrisa —.Ven, siéntate a mí lado y toma mí mano.

Asentí e hice lo qué él me dijo.

—Cierra los ojos — Ordena él mientras yo tomaba su mano.

—¿Para qué?

—Tú solamente házlo, sabrás cómo comenzó nuestra historia, ¿Quieres saberla o no?

—Sí.

—Entonces házlo.

—Ok.

Cerre los ojos y de la nada un hormigueo recorrió cada parte de mí cuerpo, se sentía muy raro e incómodo aquello, deje de sentir a Lucien tomando mí mano entonces abrí nuevamente mis ojos y note qué él había desaparecido y qué yo ya no me encontraba en el estudio sí no qué ahora me encontraba en un gran jardín con un gran árbol de manzanas en el centro.

Aquel árbol estaba rodeado por unas cuantas flores de distintos colores era hermoso en pocas palabras.

—¡Ey!, ¡Lucien!, ¡Espérame! — Escucho la voz de una mujer a mis espaldas, doy media vuelta y veo a Lucien corriendo hacia mí dirección, él vestía totalmente diferente y tenía el cabello un poco largo ahora.

El Heredero Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora