𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 44

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Draco

—¿Están todos listos? — Pregunta la reina de los vampiros mientras nos veía a mis amigos y a mí junto con su hermano.

Todos asentimos, caminamos hacia la puerta del palacio, salimos del edificio y cuando nos íbamos a dirigir todos hacia los autos para ir en busca de la espada, notamos qué a lo lejos se podía ver un auto viniendo hacia acá.

Lo primero qué se me vino a la mente fue mí padre, así qué me preparé para lo qué llegará a pasar al igual qué mis amigos. El auto llegó a la entrada del palacio, se apagó, la puerta del conductor se abrió y todos vimos bajar de aquel coche a mí mamá.

¿Qué hacia ella aquí?

—¿Mamá? — La miró algo confundido —.¿Qué haces aquí?

Ella tras escucharme se acercó a todos y se puso delante nuestro.

—Veronica — Azura la abraza feliz por volver a verla —.Me da gusto verte de nuevo.

—A mí también me da gusto volver a verte — Le dice mamá —.No has cambiado nada.

Ambas amigas se dejan de abrazar.

—En cambio tú — Azura mira a mamá de pies a cabeza —.Has cambiado mucho, el ser vampiro te hizo lucir mucho más bonita.

Mamá sonríe y después mira al príncipe hermano de Azura.

—Roy — Mamá sonríe.

—Reina Veronica.

Mamá le da un golpe en el hombro izquierdo.

—Ya te dije qué no me gusta qué me digas así — Dice ella mientras Roy se sobaba el hombro.

—Oye...— Roy suelta una risa —.Fue una broma, ¿Te han dicho qué tienes qué controlar tú fuerza vampiro?

Mamá suelta una risa igualmente tras escuchar las palabras de Roy.

—Mamá — Me acercó a ella —.¿Qué haces aquí?

—Vine para ayudarte — Me responde.

—¿Mí padre sabe qué estás aquí?

—No, pero a lo mejor ya lo sabe — Dice —.No me importa la verdad, él ya no es el mismo, y yo tampoco lo soy, sí él quiere encerrarte tendrá qué pelear contra mí.

—Mamá, te puede acusar de traición.

—No me interesa, por mí me puede acusar hasta de haber hundido el Titanic, no dejaré qué los encierre, he venido por qué no podía estar sin hacer nada, quiero ayudarles y no me iré así qué no me pidas qué me vaya.

—Ok... — Suspiró, no puede contradecirla o acabaré con un golpe.

Después de las palabras de mamá yo miré a los vampiros reales de Londres.

—Por favor vayamos por la espada — Les pido.

Ambos asintieron, los Winchester subieron a su auto, mamá al suyo acompañada de Samantha, Caín y Celica mientras qué Seung, Fanny y yo subiamos al auto con el qué habíamos llegado ayer. Una vez todos en los vehículos los hermanos Winchester arrancaron su coche y mamá y yo los seguimos.

Avanzamos unos cuantos kilómetros por el terreno del palacio de los Winchester, el lugar era más grande de lo qué recordaba tenía lugares qué no me podía imaginar, era cómo un gran campo de golf.

Llegamos a las ruinas de lo qué parecía ser una antigua iglesia, los Winchester detuvieron su auto al igual qué mamá y yo. Todos bajamos de los coches y observamos con mucho detalle la iglesia, era bastante grande más qué la iglesia negra de Transilvania aún qué al igual qué ella está iglesia tenía un estiló gótico.

El Heredero Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora