Azorado por aquella inmediata invitación,
Dimash acercó su boca. Paseó sus labios sobre los de ella para sentir su suavidad, su calidez y su locura y cuando la impaciencia lo consumió, la agarró para acercarla aún más a él y la besó. Le introdujo la lengua en la boca con avidez y descaro y paladeó cada rincón de aquella excitante boca sin importarle que los miraran.Melody, dispuesta a olvidar que era su jefe supremo, se dejó besar. Lo deseaba.
Él estaba allí. Aquello era una locura, algo que no debería estar haciendo, pero, incapaz de negarle a su cuerpo lo que anhelaba, decidió dejarse llevar por el momento.Cuando segundos después él se separó de ella y la sintió temblar como lo había hecho cuando estaban a solas en el despacho, murmuró.
-Ni te imaginas el intenso deseo que siento por ti, Melody - Acalorada por aquello, se levantó del sillón y ante su mirada, se sentó a horcajadas sobre él y siseó acercándose peligrosamente a su boca.
-Ni te imaginas el salvaje deseo que siento yo por ti, Dimash.
Dicho esto y con una posesión que lo dejó sin habla, lo besó, le introdujo su húmeda lengua en la boca y apretándose contra él, le hizo saber cuánto le gustaba aquella cercanía y cuánto deseo guardaba en su interior.
Melody se percató de lo excitado que estaba. Notaba su pene hinchado y latente bajo su cuerpo y con descaro, murmuró.-Relájate, Dimash, a tu edad no es bueno sobreexcitarse - Divertido por aquello, la miró y dándole una palmada en el trasero, afirmó.
-Eres una descarada, Melodía Aiday -Ambos rieron por aquello y tras besarla, preguntó- ¿Qué estamos haciendo?
-Besarnos -susurró enloqueciéndolo.
Un nuevo beso... dos... tres... La pasión crecía entre ellos de una manera descontrolada y cuando ella abandonó finalmente su boca, sin levantarse de sus piernas, lo miró. Le quitó la americana y al intentar dejarla sobre su sillón libre, ésta cayó al suelo.
Rápidamente él la recogió y la dejó sobre el asiento. Con una sonrisa, Melody le desató el apretado nudo de la corbata y tras quitársela y dejarla en la mesa, le desabrochó el primer botón de la camisa y susurró.
-Creo que así estarás mejor - Él sonrió y ella, al ver aquella ponzoñosa sonrisa al estilo Edward Cullen, lo despeinó y añadió.
-Y así, todavía mejor - Satisfecho, le tocó el cabello y mientras pasaba una mano por el lado rasurado, preguntó.
-¿Por qué te hiciste esta monstruosidad en la cabeza? - Boquiabierta por su comentario, respondió.
-Es tendencia y personajes tan populares como Rihanna, Pink, Avril Lavigne... lo llevan. Me gusta y a mis amigos también, aunque tenías que haber visto la cara de mi pobre madre el día que me vio por primera vez, ¡casi le da algo! - Dimash sonrió y recordando algo que ella le había contado, dijo.
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𝐶𝐴𝐹𝐸 𝐶𝑂𝑁 𝑆𝐴𝐿.
FanfictionMelody es una joven moderna y extrovertida a la que le encanta salir con sus peculiares amigos. Aunque no es el trabajo de sus sueños, se gana la vida como camarera en el restaurante del hotel Villa Aguamarina de Madrid. Un día, a la salida de una f...