Cap 11

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Aquella noche, tras una tarde plagada de indecisiones por su última conversación con Dimash, Melody llegó al local con su amiga Lola, saludó con gusto a sus amigos y durante un buen rato conversó con ellos junto a la barra

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Aquella noche, tras una tarde plagada de
indecisiones por su última conversación con Dimash, Melody llegó al local con su amiga Lola, saludó con gusto a sus amigos y durante un buen rato conversó con ellos junto a la barra.

El día había llegado. Allí estaban dispuestos a pasarlo bien y Melody, tras dos cervezas, por fin se convenció a sí misma de que tenía que estar allí con sus amigos y no en otro lugar. Lo de Dimash y ella no era real, mientras que sus camaradas sí lo eran.
Mientras hablaba con el Congrio, un tipo con dilataciones en las orejas y más tatuajes que poros en la piel, alguien la besó en el cuello y oyó.

-Holaa!!, Melody la Loca. -Al volverse para mirar, vio a su amigo Sehun y sonrió.

-Holaa!! Sehun.

Sehun y ella eran amigos desde el jardín de infancia. Ambos vivían en el mismo barrio y se llevaban maravillosamente bien. Por un tiempo, Melody se olvidó de todo y se centró en hablar con él, quien le comentó que había roto con su novia. Al parecer, tras dos años de relación, Rose se había ido con un rapero y se había olvidado de el.

Durante un buen rato, Melody estuvo escuchando a Sehun y por suerte, comprobó que llevaba la ruptura de fábula; como éste la vio tan atenta y callada, intuyó que algo le ocurría y entonces fue ella quien le contó lo que le estaba sucediendo con cierto madurito.
Sehun escuchó boquiabierto lo que le explicaba. ¿Se había liado con su jefe?

-Pero ¿te has vuelto loca? - Ella asintió y afirmó dando un trago a su bebida.

-Loquísima.

-¡Que es tu jefe!

-Lo sé... lo sé, pero...

-¿Te has acostado ya con él?

-No. Por raro que parezca, no me lo ha pedido. Es un caballero. - Sorprendido por aquello, soltó una risotada y Melody al entenderlo, aclaró.

-Y no. No es gay. No se te ocurra ni pensarlo.

-¿Seguro? Mira que soy un hombre y cuando...

-No es gay y lo sé ¡seguro! Es sólo que Dimash es diferente. Es un hombre.
Un gentleman, como mi padre, y las cosas las hace de otra manera. Y quizá, que no me meta mano con desesperación como si el mundo se acabara o mi pecho fuera el último del universo, es lo que me atrae. Es tan diferente a mí: tiene clase, elegancia, saber estar y... aunque suene a locura, ¡me gusta!

Pedro, tras dar un trago a su bebida, contestó:

-Hombre, si tú lo dices...

-Y tiene un morbo!! y un trasero al que estoy deseosa de meterle mano... y ¡ufff, me tiene perdida!

Su amigo sonrió. Nunca, en todos los años que conocía a Melody, la había oído hablar así de ningún chico. Sin duda, aquel hombre caballeroso y diferente le gustaba... y más de lo que ella quería admitir.

𝐶𝐴𝐹𝐸 𝐶𝑂𝑁 𝑆𝐴𝐿.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora