5. Un Raro Al

3.5K 459 107
                                    

5

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

5.

Enot Miller

Era sábado y Alan dormiría en mi departamento, ya que él y sus padres se irían el lunes además mañana sería la cena, lo que evitaría que pudiéramos pasar un último día juntos. Por lo que a mi papá se le ocurrió la gran idea de que mi mejor amigo podría pasar la noche conmigo en mi habitación, él sabía que Alan no intentaría nada inapropiado.

Y también que lo cortaría en pedazos si lo intentaba.

(...)

—Ya vuelvo—. Dije mientras me levantaba y subía las escaleras, solo iría a ponerme el pijama para que pudiéramos ver películas.

—Yo buscaré la película—. Alan extendió el control mientras en la pantalla aparecía el logo de Netflix con ese sonido que podía ser molesto.

Al menos si eres un consumidor de series y películas tan constante como nosotros.

—¡No quiero nada de terror!—. Grité, porque sabía cómo era él con esas películas, y no quería estar consolando a ese idiota.

Subí las escaleras para luego cerrar la puerta de mi habitación y buscar en el clóset algo para dormir. Encontré un short y una camisa de tirantes color azul claro, fue lo que me puse junto a unas calcetas color blanco, recogí mi cabello en un moño despeinado y bajé.

—Así que ¿Antes de Ti, eh?—. ¿Por qué no lo imaginé?

—No... no yo solo... Ammm, no.

Me senté a su lado, aunque no lo pareciera y él simulara ser un idiota guapo, Alan era un chico lindo y romántico con un corazón de pollo.

—Esa está bien Al.

Me recosté en su pecho mientras juraba que el idiota reía, no era muy fanática de este tipo de cosas, todo lo que tenga que ver con amor simplemente ni me va ni me viene. Pero créanme cuando les dijo que por Alan sería capaz de ver todas las malditas películas de amor que existen, aunque me quedara dormida a mitad de ellas.

Lo que fue en efecto lo que pasó. La última vez que estuve consiente la chica había sido contratada para atender al chico medio irritable en silla de ruedas. Cuando abrí los ojos estaba en mi cama, Alan a mi lado en su vista puesta en mí. Sonreí ante ese brillo en sus ojos, además antes de siquiera pronunciar palabra me dedique a observar con detalle a mi amigo.

Siempre me habían gustado sus ojos color azul, me parecían algún tipo de imperfección hermosa, de ese tipo de cosas que suceden cada 1 de 100 personas. Lo marcada que era su mandíbula y los bello que era su rostro con sus pómulos del tamaño correcto, su cabello siendo solo castaño en la raíz y las puntas rubias algo largo, pero simplemente perfecto para él me encantaba.

—Eres hermosa—. Susurró

—Gracias Al, también eres lindo.

Se notaba lo cansada en mi voz, y conociéndome no tardaría mucho que no quedar dormida de nuevo.

Los Días Hasta Enamorarte [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora