9. Propuesta Inesperada

3.2K 440 255
                                    

9

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

9.

Después de tanto tiempo por fin tengo un nuevo "conocido" y al estar sola, con dos personas de mi edad la mayor parte de mi vida, no puedo negar que se siente bastante bien. Aunque ese día Connor tenía que trabajar, lo que me volvía a la completa soledad, desde que había abierto los ojos en la mañana hasta la tarde donde mis pesados párpados estaban a punto de caer por el maldito aburrimiento.

—Ya estoy cansada—. Dije para mí misma.

Subí hasta mi habitación y después de una corta ducha busqué unos Jeans holgados como los de siempre, ni tan grandes ni tan pegados al cuerpo. Me puse una de mis camisas cortas de manga desde el hombro hasta antes de llegar al antebrazo, tome un par de tenis blancos y salía a la calle con suficiente dinero para ir a pasear, por primera vez desde que mi mejor amigo había salido de la ciudad.

(...)

Caminé talvez por una o dos calles sin detenerme. Con las manos en los bolsillos de mi pantalón, mientras admiraba el destello de las estrellas que iban apareciendo a mi alrededor. Me maldije por no traer una sudadera, pero aún era temprano y lo último que quería era regresar a casa. Deseaba quedarme en el frío del exterior un poco más.

El universo era grande, bastante, y además estaba lleno de posibilidades. Esa era una de mis frases favoritas. Pensé dos veces antes de cruzar la calle un poco atascada por el tráfico de la hora pico, avancé decidida y admiré la plaza del centro de la ciudad que estaba llenas de farolas y muchos lugares donde sentarse, era de un color amarillo pastel junto con blanco, un lugar muy hermoso a esta hora, pero no el lugar donde quería estar.

Y el ¿Por qué? simple, me traía muchos recuerdos de mis amigos y los tantos grupillos que estaban ocupando las bancas riendo, disfrutando, y conviviendo solo eran sal para mi herida.

Cruce a la derecha y después de caminar un tanto no tardé en ver las enormes letras de color verde brillante con un gran "Abierto" en la entrada. Seguí derecho a la tienda donde solía venir con mis amigos. Mientras Nora se quejaba por lo frío, y Alan se preocupaba más de sí yo quería otro raspado.

Sonreí al ver la acera donde Alan y yo veníamos todas las tardes a comer raspados, y luego recordé cuando trajimos por primera vez a Nora quien le había fascinado el lugar.

Entre al lugar y se encontró con Liby la cajera de la tienda. Una chica de cabello rubio y piel tan clara que podrías ver sus venas en un tono verde y azul claro, con unos lindos ojos color avellaneda y una sonrisa blanca que conquistaba a todos.

—¿Y los chicos En?—. Esa pregunta fue un detonante.

—Ninguno está en la ciudad—. Mi voz era un hilo nostálgico.

—Si ya he escuchado lo de Alan, espero que su abuela se mejore—. Me dio una sonrisa cálida, pero no fui capaz de devolverla.

—Eso espero—. Murmuré en su lugar.

Los Días Hasta Enamorarte [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora