Kyouka se levantó aquella mañana por el sonido del timbre del apartamento que compartía con Kaminari.
Se colocó unas zapatillas y fue a abrir.
—¿Mamá?—preguntó sorprendida. No esperaba su visita.
Su madre siempre había ido a visitarla junto a su padre, insistiendo en que viniera de vuelta a vivir con ellos desde su ruptura con Momo, pero siempre había rechazado la idea.
—He venido a ver cómo estabas, te he traído música nueva y comida—sonrió—¿Qué tal te encuentras?
Su madre estaba intentando consolarla.
—Gracias, pero estoy bien—mintió.
—¿Por qué mientes? Sabes que puedes contar con nosotros—sonrió—Además de que mientes horrible, cariño.
—¡Mamá!—susurró avergonzada.
La mayor abrazó a su hija con fuerzas, apoyando la cabeza sobre su hombro.
Kyouka se dio cuenta cuánto había necesitado ese abrazo.
—Todo saldrá bien ¿De acuerdo?—le dijo, acariciando su espalda—Respeto tu decisión.
—No hay vuelta atrás, mamá...—dijo, a punto de llorar—Le dije cosas horribles. Ni siquiera me he atrevido a mirar los mensajes de la vergüenza que siento. Debe odiarme después de todo lo que ocurrió.
—Momo sería incapaz de odiarte—dijo la mayor con sinceridad—Ahora ya no estáis juntas, pero eso no significa que debáis dejar de quereros. No se puede forzar algo así.
La mayor siempre había apoyado a su hija, igual que su padre, así que iban a hacer todo lo posible para que esta se sintiera mejor.
—Lo que puedes hacer ahora es salir de casa más a menudo, Denki está preocupado por ti—dijo separándose del abrazo para mirarla a los ojos.
—Pero...me da miedo encontrármela por la calle, mamá—susurró agachando la mirada.
Suspiró.
No quería verla, porque sabía que si la veía su corazón no podría aguantarlo.
—Eso no es una excusa, has de salir de todas formas, cielo. Además, como vuelvas a fumar tendremos una larga conversación—le advirtió.
La pelimorada sabía que su madre tenía razón así que asistió.
Iba a salir más y dejaría el tabaco.
Su madre pasó gran parte de la mañana en casa hasta que se marchó, justo en el momento que Denki llegó.
—Sé que no quieres hablar del tema...pero me he enterado de algo sobre Momo—dijo sentándose a su lado, en aquel sofá de tela.
No quería hablar de ella, pero no pudo evitar preocuparse.
Los ojos de la pelimorada miraron al rubio con preocupación.
—¿Qué...? ¿Ella está bien?
—Parece que está viviendo con Shoto en su apartamento ¿No es extraño?
Kyouka no lo entendía.
¿Por qué se había ido a vivir con Todoroki?
—¿Por qué?—preguntó.
El rubio se encogió de hombros.
—Mina se encontró a Uraraka en el supermercado y estuvieron hablando. Parece que ahora el piso está en venta y ella se ha ido con Todoroki.
—Ella...—susurró.
¿Había sido culpa suya?
—Gracias por contármelo, pero no me interesa—dijo de mala gana.
Mentira.
—Pero Kyouka...¿Seguro que no quieres hablar con ella? A lo mejor le ha pasado algo grave.
—¡No quiero volver a hablar de ella!—gritó—Habla tú con ella y déjame en paz, te recuerdo que también es tu amiga.
El rubio suspiró y finalmente asintió. Sabía que era mejor dejarla en paz, así que se retiró de la sala.
Ella solo se tumbó en su cama y escondió el rostro en su cojín.
Mierda.
Estaba preocupada.
¡Hola! Quise hacer este capítulo sobre todo para ver la gran diferencia entre una madre u otra. Ojalá os haya gustado <3
Los siguientes seguramente tarde más en publicarlos (a lo mejor hago un día sí y un día no) ya que he de pensar cuántos capítulos tendrá la historia (estoy entre unos 12 más o menos) y aún he de decidirme por un final ¡Gracias!
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Ruptura | MomoJirou
RomanceEl proceso de una ruptura es doloroso, y no es una excepción para Momo y Kyouka. [AU sin quirks]