Kyouka tragó saliva mientras abrazaba su cojín y agarraba su teléfono móvil con fuerzas.
Había pasado una semana desde que había recibido esos mensajes y no había sido capaz de contestar.
Era una cobarde.
Había huido de ella como una gacela de un tigre.
Le había hecho daño.
Era una egoísta.
Cerró los ojos con fuerza y apretó el teléfono móvil contra ella.
—¿Por qué no te levantas y vas a buscarla de una vez?
Sus ojos se abrieron mirando al rubio. Este parecía molesto ante la actitud de su mejor amiga.
—Es demasiado tarde. La he fastidiado—suspiró.
—Nunca es demasiado tarde, así que levántate de una buena vez, ármate de valor y ves a hablar con ella—ordenó, agarrando a la chica por los brazos.
—Denki...
—¿Acaso quieres perderla para siempre? ¿No, verdad? ¡Pues levanta!
El de ojos ámbar se sentía impotente de no poder hacer nada en esa situación.
—¿Sabes por qué me dolió tanto? ¿Por qué me enfadé tanto?—preguntó.
—¿Por qué rompió vuestra promesa?
El rubio la miró esperando que prosiguiera.
Ella negó.
—Fue porque en esa cena le iba a pedir que se casase conmigo—confesó agachando la mirada—Y me sentí tan mal...No pude evitar perder el control cuando llegamos a casa.
Kaminari la miró con sorpresa dejando de ejercer fuerza y decidió sentarse a su lado con delicadeza.
Ella no le había contado nada.
—¿Por qué no me lo contaste?
—Quería que fuera una sorpresa para todos—susurró—Eso quería...pero ahora no hay vuelta atrás, mi vida soñada al lado de Momo solo ha sido eso, un sueño.
—¿Pues a que estamos esperando?—prrguntó cogiendo a la chica de las manos—Con más razón deberías ir a hablar con ella ahora mismo.
Jirou le miró de reojo y se levantó.
Tenía razón, ya había huido demasiado.
—¿Podrías llevarme a casa de Todoroki?—preguntó.
—¡Claro!—contestó animado.
El rubio le entregó un casco a la chica a la vez que él se iba colocando el suyo.
Ambos subieron a la moto del más alto y se encaminaron al apartamento del bicolor a unas cuadras de distancia.
Al llegar la pelimorada se bajó con nerviosismo y picó a la puerta ante la mirada expectante de Kaminari.
Nadie abrió.
—Parece que no están en casa, las luces no están encendidas—dijo la pelimorada.
—A lo mejor se han ido a comprar o algo—opinó el rubio.
—Se han ido.
Una voz femenina se escuchó detrás de ellos.
Era Uraraka.
La joven les dedicó una sonrisa con algo de tristeza.
—¿Cómo que se han ido?—preguntó Kyouka con un temblor en la voz.
—Se han ido de Japón. Todoroki pensó que a Momo le iría bien estar fuera y a ella le pareció bien...—tragó saliva—Lo siento, Jirou.
—No es tu culpa, Uraraka—dijo Kaminari—¿No sabes cuándo volverán?
Sí, tal vez solo se habían ido unos días.
—A lo mejor en unos meses, incluso más...El avión despegó esta mañana.
Meses e incluso más.
No, no podía ser. Necesitaba verla.
Ambos miraron con preocupación a la pelimorada.
Sus rodillas flaquearon y sus ojos se humedecieron.
Había llegado demasiado tarde.
Y había sido culpa suya.
La había perdido.
—Yo...—tragó saliva—Voy a dar una vuelta, no me sigas Denki.
—Kyouka...
La más baja negó con la cabeza.
Sus piernas la llevaron a uno de los lugares a los que más iba con Momo.
Una montaña llena de cerezos y naturaleza, donde los pájaros cantaban y las deleitaban con dulces melodías.
Pero ese día los pájaros no cantaron.
Ese día Kyouka gritó como nunca antes.
Ese día los cerezos rosados parecían grises.
¿Qué haría ahora?
Tenía que respetar su decisión.
Pero necesitaba un último abrazo.
¿Quién se lo daría si Momo ya no estaba a su lado?
¡Hola! No me matéis, recordad que aún quedan tres capítulos jksjsjs. Ojalá os este gustando cómo está yendo la historia y os agradezco mucho vuestro apoyo <3
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Ruptura | MomoJirou
RomanceEl proceso de una ruptura es doloroso, y no es una excepción para Momo y Kyouka. [AU sin quirks]