Momo miró por la ventana observando el cielo por la ventana del avión.
Las nubes parecían esponjosas y el cielo muy claro. Muy bonito.
Suspiró.
Definitivamente a Jirou le habría gustado ir a Londres con ella.
—¿Estás bien?—preguntó Todoroki—Espero que no te den miedo las alturas—añadió con cierta diversión.
—Estoy bien—sonrió—Solo estoy algo nerviosa, ya sabes. Nunca me había ido de Japón tantos días. Además, eres tú el que lo ha pagado prácticamente todo.
—Todo saldrá bien y lo del dinero no importa, en serio—dijo cogiendo su mano para que pudiera calmarse.
La pelinegra agachó la mirada durante unos segundos.
—Me siento mal por no haberle dicho a Jirou que me iba—confesó—Creo que debería haberlo hecho.
Aunque ahora no valía la pena arrepentirse.
Había sido su decisión.
—¿No le dijiste a Ochako que lo hiciera?—preguntó el chico comenzando a sacar sus auriculares.
—Sí, pero tal vez tendría que haberlo hecho en persona—opinó—Habría sido lo más considerado y también educado.
Tal vez pensaba demasiado las cosas.
—Sabes que de haber sido así no habrías sido capaz de irte—dijo con sinceridad—Seguramente...Nunca se sabe.
Momo asintió y miró por la ventana de nuevo.
Prefería no hablar del tema.
Todoroki tenía razón.
Lo mejor era dormirse y esperar.
Estaba segura de que su viaje valdría la pena.
Mientras la pelinegra se disponía a dormir su teléfono se encendió llamando la atención del bicolor, que se encontraba escuchando música.
—¿Momo?—preguntó.
—¿Puedes mirar quién es? Cuando estoy demasiado tiempo con el teléfono en algún vehículo siempre me mareo—dijo sin abrir los ojos.
—Claro.
Shoto lo encendió para ver quién era. Pensó que a lo mejor era Uraraka.
Ambos sabían sus contraseñas, no era nada extraño.
Sus labios se entreabrieron con sorpresa al ver aquellos mensajes.
Le dio rabia.
¿Por qué ahora cuando ya se habían marchado?
¿Por qué no antes?
Él solo quería que Momo fuera feliz.
—¿Quién es?—preguntó la pelinegra aún sin abrir los ojos.
Todoroki tragó saliva mientras elevaba la mirada.
—Un mensaje de una empresa haciendo publicidad. Ya sabes, de esos molestos—mintió agarrando el teléfono.
—¿Podrías borrarlo?
—Claro, tú duérmete—sonrió.
"Mensajes eliminados con éxito"
Era lo correcto.
—Gracias Shoto, no sé que haría sin ti.
La pelinegra abrió levemente los ojos y le dedicó una sonrisa sincera.
—No agradezcas, sabes que lo haría todo por ti—sonrió de lado.
Una sonrisa se dibujó en los labios de la pelinegra a la vez que se colocaba en una posición más cómoda, para cerrar los ojos.
—Lo siento, Momo. Era lo mejor—pensó.
No había estado bien borrar aquellos mensajes, pero sintió que era lo correcto.
No era la primera vez que la veía mal, y no quería verla sufrir más.
No quería.
Shoto la miró de reojo, se recostó mejor en su asiento y sacó su teléfono móvil.
—Demasiado tarde, Jirou—pensó el bicolor mirando de reojo a la pelinegra.
Momo estaba segura de que ese viaje sería un gran cambio para ella.
Podría dejar el dolor atrás y abrir una nueva etapa de su vida.
Podría ser feliz aunque fuera sin la persona que más quería.
—¿Shoto?
—¿Sí?
—¿El Londres beben té, no?
El chico soltó una pequeña risa mientras la chica abría los ojos.
—¿Eso te preocupa? Diría que beben té en todas partes.
—De acuerdo.
La pelinegra sonrió.
Sus ojos se cerraron.
Y se quedó completamente dormida.
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Ruptura | MomoJirou
RomanceEl proceso de una ruptura es doloroso, y no es una excepción para Momo y Kyouka. [AU sin quirks]