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Todoroki suspiró con preocupación al ver a la pelinegra en ese estado.
Yaoyorozu se encontraba tumbada en el sofá, mirando al techo sin hacer absolutamente nada.
Parecía una persona completamente distinta.
—Momo, deberías levantarte. Tómate una ducha aunque sea ¿De acuerdo?—dijo, acercándose a ella.
—Me he quedado sin familia, sin casa, sin trabajo, sin dinero, sin Kyouka...—repetía una y otra vez con amargura.
Sentía un gran vacío en su corazón.
—Momo...—susurró.
—Todos me dejan ¿Tú también me dejarás?
La pelinegra miró al chico con dolor.
Sus ojos estaban cristalizados.
—Claro que no. No voy a dejarte, idiota—dijo con una leve sonrisa, cogiendo sus manos. Él no era mucho de gestos cariñosos, pero si tenía que hacerlos, los haría.
El bicolor nunca iba a dejarla, era su mejor amigo después de todo.
Ella estuvo a su lado en todo momento y él iba a estarlo de igual manera.
—Lo hice todo mal—tragó saliva—Fui una cobarde, sí hubiera mantenido mi promesa ahora por lo menos tendría a Kyouka a mi lado.
—Es mejor no pensar en eso, además, una decisión así no se podía forzar, yo no creo que lo hayas hecho todo mal—se sinceró—Y no podemos volver atrás en el tiempo.
—Ojalá poder hacerlo.
—Lo de tu familia...Seguro que solo necesitan tiempo—añadió.
—Sí, tiempo para lanzarme a una hoguera—dijo sarcástica—Todo es una mierda.
El bicolor la observó para después sonreír.
—¿Qué ocurre?
—Quería saber que has hecho con mi mejor amiga. Echo de menos su sonrisa y sus palabras refinadas—dijo con una leve sonrisa—¿Qué es eso de mierda?
La chica no pudo evitar reír ante sus palabras.
—Se me ha escapado—susurró.
—Momo.
—¿Sí?
—Voy a comprar té y podemos ver una película juntos mientras lo tomamos ¿Qué te parece?—sonrió.
La pelinegra sonrió, hacía días que no tomaba té y su cuerpo lo necesitaba.
—Estaría genial, gracias Shoto.
El más alto se levantó cogiendo sus cosas. Haría lo que fuera para intentar animarla.
—Ahora vuelvo, tomate una ducha que hueles mal—bromeó.
—¡Oye!—dijo con un puchero.
El chico soltó una leve carcajada.
—¿Crees que debería volver a llamarla?—preguntó.
—Momo—suspiró—Ayer ya la llamaste, y con toda mi sinceridad ella es la que debería llamarte de una buena vez en vez de ignorarte.
—Ya...
—Ahora ves a ducharte, puedes usar toda el agua caliente.
—¡Claro! Porque a ti te gusta el agua fría—dijo haciendo un puchero.
El más alto le dedicó una sonrisa antes de salir por la puerta.
Yaoyorozu suspiró y decidió irse al cuarto de baño, no le iría mal una larga ducha para despejarse y no pensar en toda aquella situación aunque fuera por unos segundos.
Por lo menos el agua no la rechazaría.
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¡Hola! Perdón por tardar, este capítulo no ha estado tan interesante, pero los próximos lo estarán más uwu
