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{Amor desvergonzado. Julio 2015}

¿Cómo controlas la emoción de ver al amor de tu vida siendo así de feliz? ¿Así de dichoso y emocionado? ¿Cómo siquiera soportas estoicamente esas ansias de correr a darle un abrazo, o un beso?

¿Cómo lo haces, sin poner en peligro este secreto que tanto guardan?

JongHyun quisiera en un momento así saber la respuesta a sus interrogantes, a este sentimiento que carcome el corazón mientras observa a KiBum presentando su último comeback en escena.

El cabello negro, ligeramente largo y engominado hacia un lado. Los bonitos ojos de gato delineados de punta a punta, dándole un aspecto más adulto y sin dudas mucho más sexy. Aquellos jeans oscuros, rasgados que exponen la piel pálida de sus muslos, y la camisa negra con los dos primeros botones desabrochados, han hecho que no sólo las fans de vuelvan locas por KiBum, sino también los miembros del staff. JongHyun ha encontrado a varios lanzándole miradas algo atrevidas a su novio, y lo chistoso es que ni siquiera puede enojarse por ello. KiBum se ve tan feliz recibiendo atención de las personas, que sólo le queda reírse y — de vez en cuando — enmarcar sus cejas para recordarles a ciertas personas que deben ser más cuidadosos con esas miraditas.

Hay ocasiones en que ellos parecen olvidar que KiBum merece el mismo respeto que cualquier otro hombre o mujer en el mundo. Su trabajo y su arte puede ser de mil maneras, pero eso no significa que pueden pasar ciertas líneas, lo que también incluye a las fans.

JongHyun es el encargado de revisar las cartas o regalos que le entregan a KiBum, y a lo largo de todos estos años han existido cosas cuestionables que él no logra entender por qué suceden.

A veces ha pensado que la relación de KiBum con sus fans es demasiado estrecha, demasiado íntima hasta el punto de permitirles a los fansites seguirlo en grabaciones, o en los aeropuertos. Y no es que JongHyun quiera ser un desconsiderado con ellos pero... la seguridad de KiBum siempre será lo primordial para él. El darle carta libre a ciertas fans es como entregarle la caja de Pandora a alguien que sabes va a abrirla. Además, con este último comeback, el número de personas inscritas en el fan café ha incrementado, por lo que con ellas viene también la parte fea de todo esto: las altas expectativas, la cero tolerancia a algún mínimo error, y lo más importante que es el amor enfermizo.

JongHyun tiene los suficientes años en la industria para saber de lo que son capaces esas malas admiradoras. El acoso o el bullying sólo son una parte del gran mundo en el que los idols están metidos, y KiBum no es la excepción.

Ojalá realmente lo fuera.

— Debe ser difícil ser novio de alguien como Key, el todopoderoso — la voz burlona, pero aun así amable de Yukio hace a JongHyun ensanchar una débil sonrisa. Sus nervios, o quizá su mismo amor parecen avergonzarlo un poquito ante las palabras del estilista.

— Nunca es sencillo a ciencia cierta — responde sincero. Los brazos que mantenía rectos ahora se cruzan sobre su pecho. — KiBum siempre va a estar rodeado de muchos periodistas, y prensa en general. El que conozcan mi cara gracias a ellos también es un problema con el que hemos tenido que lidiar desde hace varios meses.

— Me imagino que sí — continúa Yukio. Las manos en sus bolsillos se mantienen quietas, acompañando su expresión seria mientras observa a KiBum en el escenario. — Se llevaron tremendo susto con eso de que les tomaron una foto la otra vez.

JongHyun asiente, haciendo una mueca al recordar la tensión y toda la preocupación que pasaron durante esos días. KiBum estaba demasiado nervioso como para mostrarse sonriente ante las cámaras, también lo suficientemente inquieto como para preferir quedarse en casa antes que asistir a cualquier reunión. Y fue así por un tiempo largo, hasta que JongHyun pudo conseguir las cámaras de seguridad del estacionamiento y dar con la persona involucrada. Un hombre sin demasiada importancia que en realidad — gracias a alguna fuerza divina — sólo trabajaba como conserje en el edificio, y su presencia frente al auto fue porque escuchó algunos ruidos extraños. Decidió acercarse, pero no grabó absolutamente nada ni tomó fotos de ellos. Así que al final, las lunas oscuras sí sirvieron para protegerlos por lo menos en esos momentos. KiBum, ante aquel descubrimiento, se sintió mucho más tranquilo al pensar que ya no correrían peligro. Aunque para evitar nuevos riesgos decidió cambiar de teléfono — esa paranoia de que quizá lo estaban interviniendo — y ambos prometieron no volver a arriesgarse de esa manera dentro del auto.

𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑠𝑜𝑛𝑔  [JongKey Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora