Epílogo

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{Mirando al cielo, 2022}

Bajando del auto de sus padres, el niño de doce años recién cumplidos deja caer su boca abierta en sorpresa. Una larga — quizá inmensa — fila lo espera antes de pasar el casting que tanto ha ansiado. Suelta un suspiro, un puchero crece en sus labios mientras agita las manos para despedirse de su familia en lo que dura todo el proceso de selección.

Uff. Será tan agotador.

Para Youngmin estar frente al enorme edificio de KKB Entertaiment es casi como un sueño. Sus piernas le tiemblan un poquito, y cuando avanza entre los demás chicos haciendo fila siente un vuelco en el estómago. Es mucho peor, al darse cuenta que mientras pasan los minutos se va acercando al gran edificio, y dentro de éste las oficinas le dan la bienvenida.

Todo es elegante y moderno. Las personas que trabajan en el lugar se muestran sonrientes además de entregadas por completo en su labor. Youngmin también puede notar que hay fotos del CEO por todos lados, aunque parecen haber sido tomadas de forma desprevenida porque en ninguna está mirando a la cámara. De igual manera Youngmin reconoce que se ve muy bien en cada de ellas. Es como esos señores adinerados que visitan la casa de sus padres en reuniones de trabajo. Esos hombres a veces no muy amables, pero interesados sin importar qué en la riqueza de su familia.

Uff.

Al menos el CEO no parece ser una persona tan superficial. Tiene una sonrisa de un cachorro, por muy extraño que sea, y sus ojos... de alguna manera le recuerdan a alguien. Sólo que aún no logra descifrar a quien.

— Pueden dejar sus pertenencias a un lado y luego fórmense en frente, por favor.

Dejando su mochila en el suelo, Youngmin avanza hacia la primera fila de postulantes. Unos chicos más altos intentan escabullirse primero, pero al final él logra un buen lugar en el que el CEO vaya a poder mirarlo mejor. Tiene curiosidad por él.
Aunque, según varios rumores, el hombre es bastante directo con sus comentarios, y no tiene ninguna tolerancia por las personas que siquiera se atreven a cruzar la línea del respeto. Incluso dicen que ha echado a varios trainees debido a peleas insignificantes. El dinero aparentemente es lo que menos le importa si se trata de despedir a quien quiera.

Y eso... da mucho miedo.

Youngmin ha soñado con ser idol desde hace un par de años. Siguiendo muy de cerca la carrera de TAEMIN, no ha existido día en que no se viera a sí mismo siendo una estrella de la misma magnitud. Ha tomado algunas clases de baile en la escuela, incluso de canto en los tiempos libres, y uno de sus papás le ha enseñado a tocar la guitarra.

Digamos que tiene aunque sea un poco de preparación en el mundo de la música, además está planeando tomar clases de inglés si es necesario. Tiene la suerte de tener unos padres que lo apoyan siempre en sus sueños, y que — al igual que con su hermana menor — le dan palabras de aliento hasta en las derrotas más dolorosas.

Tal vez, esta misma oportunidad no salga como tanto ha querido, pero Youngmin sabe que sin importar el resultado seguirá luchando de la mano de su familia.

Hoy solo es el primer paso.

¿El final? Aún falta mucho por recorrer.

— ¡Buenas tardes a todos!

El pequeño Youngmin siente que las piernas le tiemblan, y tiene que tomar aire con fuerza un par de veces al ver entrar a dos personas pertenecientes al staff: una chica bonita y muy sonriente, acompañada de un joven alto y algo... ¿torpe?

El muy tonto se ha tropezado con algunos participantes en un afán de acomodarse los anteojos.

Youngmin tiene que bajar la cabeza y reprimir una risita al verlo.

𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑠𝑜𝑛𝑔  [JongKey Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora