𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑠𝑜𝑛𝑔 [JongKey Fanfic]

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 Un camino erróneo en el 2008

Es febrero. Lindo y frío febrero según los ojos de KiBum.

El lugar en donde está es una calle recóndita, con algunos botes de basura y unas cuantas pintas en las paredes; el nombre de SUPER M se refleja en la parte de atrás, con un color rojo y fluorescente producto de la pintura en aerosol.

Un estilo urbano, ligeramente juvenil que — según el productor del mini álbum — atraparía a las noonas en un dos por tres. El concepto que no podía catalogarse como puro, a pesar de que todos en el grupo son menores de edad. En fin.

KiBum está bastante satisfecho con la canción principal, y aunque el mayor número de líneas son de Baekhyun no se puede quejar. Ser el main rapper, además de líder es lo suficientemente importante como para resaltar. Sin contar con que Haru noona felicitó sus habilidades de baile más de una vez, lo que es un gran aliciente para él en días difíciles.

Ahora ya no lo son tanto en realidad. Siwon hyung ha dejado de molestarlo, incluso intercedió por él para que le dieran una parte increíble dentro del MV, lo que a KiBum le llena de nervios y también de alegría.

Es como si su mánager realmente empezara a confiar en sus habilidades, dándole la suficiente confianza como para hacer algo tan importante. Aunque sigue siendo increíble. Tener que saltar de un bungee es algo que KiBum jamás pensó hacer ni en sus sueños más locos.

Y tampoco es que sea imposible hacerlo, pero... siempre le ha temido a las alturas.

Sus piernas tiemblan con la sola idea de tener que suspenderse en el aire por unos minutos, con una colchoneta en el suelo sólo en caso de un accidente.

Siwon hyung dijo "Tenemos que proteger tu cabeza. Sea como sea eso es lo más importante, así que es preferible que te dobles el tobillo o algo parecido. El peligro no es tanto de todas maneras."

KiBum no supo si reírse o llorar después de oírlo. Y ya no puede huir ahora, por más que quiera.

Las indicaciones están dadas.

— ¿El objetivo no es que nos veamos más delgados? – se escucha a TaeMin preguntar. Sus labios forman un puchero y a KiBum le es imposible no sonreírle a pesar de su nerviosismo. – Ésta ropa me hace lucir como una carpa de circo, y mis mejillas... ¡aish! ¡Son un chiste!

Riendo, KiBum toma a TaeMin en un abrazo. Sus dedos recorren el cabello liso y castaño con cariño, mientras que con su brazo libre le da palmaditas en la espalda.

— A veces me pregunto ¿cómo puedes ser tan lindo? – juega KiBum, recibiendo un ligero empujón del menor luego de escucharlo. Sabe que odia ser llamado de esa manera, pero sólo por diversión sigue nombrándolo de ese modo. – No es mi culpa que tus padres te hayan hecho así, príncipe de Tailandia.