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PRIMER DÍA

Era lunes por la mañana y me encontraron de camino a las primeras clases de la universidad con Andrew y Hanna a mi lado discutiendo sobre un personaje de una serie que he visto hace poco.

- Que no, ese era malísimo, me gustaba más el que llevaba el pelo tintado de muchos colores - Dijo Hanna haciendo un gesto con las manos.

- Sois unos pesados ​​- dije volteando los ojos - acelerar el paso que aún llegamos tarde y mira que vivimos cerca - ellos bufaron pero me siguieron apresurando el paso para llegar.

Al llegar a la universidad Andrew se fue con sus amigos y Hanna y yo fuimos hacia nuestra primera clase. Al entrar el salón era enorme y ya había bastantes alumnos sentados en las sillas y hablando con sus compañeros. Mi mejor amiga y yo avanzamos hasta encontrar dos asientos que estuvieran libres, mientras que íbamos avanzando me pareció reconocer a alguien.

- ¡Zac! - grité en cuanto reconocí esa mata de pelo pelirrojo. El chico se giró y me saludó haciéndome un gesto con la mano para que nos acercáramos donde estaba sentado con una chica pelirroja a su lado, por suerte había dos asientos libres a su lado en los cuales Hanna y yo tomamos asiento.

- Hola Sarah y ...

- Hanna - se presentó mi amiga amablemente.

- Encantado - sonrió Zac - Esta en mi hermana melliza Kendall - Señaló a la pelirroja que tenía sentada al lado. La verdad que los dos tenían unas facciones muy parecidas, se notaba que eran mellizos.

- Encantada - dijimos Hanna y yo a la vez.

- ¿Vosotras también estudiáis magisterio? - Pregunto Kendall con una sonrisa en su rostro.

- Si, desde pequeñas hemos querido ser maestras - dijo mi mejor amiga.

Estuvimos hablando con Zac y Kendall hasta que apareció el profesor y comenzó a dar la primera clase. La mañana se pasó rápido yendo de clase en clase y una vez que estas terminaron Hanna y yo regresamos a casa a comer ya descansar un poco ya que por la tarde habíamos estado con los mellizos para tomar algo en la cafetería birds coffe en la que por cierto empezaría a trabajar el jueves por la tarde después de clases.

Al llegar a casa no había rastro de ninguno de los chicos asique mi mejor amiga y yo nos pedimos una pizza para comer. Ninguna de las dos tenía ganas de hacer absolutamente nada. La pizza no tardó en llegar asique nos sentamos en el sofá mientras que nos la comíamos y hablábamos de temas aleatorios.

- ¿Has hablado con Harry desde el sábado por la noche? - me miró directamente mientras que se metía un trozo de pizza en la boca. El domingo por la mañana Hanna me hizo un interrogatorio de preguntas de porque me había venido antes a casa y encima con James por lo que le tuve que explicar todo. Ella se enfadó bastante a tal punto que Andrew la oyó gritar y se acercó a mi habitación para ver lo que pasaba y al final tuvimos que contarle toda la historia de lo que pasaba con Harry, pero en mi opinión tampoco era para tanto había sido un enfado tonto y por eso me había llamado puta, o eso quería pensar. De James ni preguntéis porque desde que lo vi desaparecer por la puerta del piso no he vuelto a saber de su existencia, de echo ayer coincidimos en la puerta del baño cuando el salía y no me dirigió la palabra.

- No, ayer le mandé un mensaje pidiéndole perdón por haber salido y lo leyó pero no contestó. - agaché la cabeza y una lágrima salió por mis ojos.

- Ni se te ocurra llorar por ese cabrón y pedirle perdón ¿por qué? ¿Por qué saliste conmigo a pasarlo bien? Que le den amiga, date cuenta. - Soltó el trozo de pizza que tenía en la mano y se acercó a mi para darme un abrazo. Yo me limpié con el dorso de la mano las lágrimas que salían de mis ojos.

Hateful boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora