Capitulo I

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El sonido de mi alarma me despertó como las mañanas, mirar el techo de mi habitación por última vez se sentía tan nostálgico.

Independizar.

Una palabra tan agotadora, era la hora de salir de casa, dejar de ser la niña de papi y mami, comenzar mi vida.

Papá murió hace ya un mes, mamá hace un año. Es cierto lo que dicen "Cuando uno muere poco tiempo le queda al otro". Se supone que a mis 21 debería saber cómo vivir sin la dependencia de mis padres; pero la verdad es no lo sé.

Me senté en la orilla de la cama, mirando mi reflejo en el espejo, mi cabello ya está empezando a crecer, algunos 10 centímetros ya debe de tener.

Mamá murió sin poder recibir la buena noticia de que pude vencer   el cáncer, y papá murió de la emoción en el instante, jamás dejaré de culparme por ello.

Me di una ducha rápido, el vuelo sale a las 11:00 am, así que tengo poco menos de una hora para llegar al aeropuerto.

La mayor parte de mis cosas ya estaban en el apartamento que había comprado en Palmur, por lo que solo viajaba con una gran maleta y una cartera.

Gracias al poco tránsito pude llegar a tiempo, jamás me imagine subiendo a un avión rumbo a Palmur, las peores historias de mi mamá fueron en ese lugar; pero yo necesitaba ir allí.

Mirar por la ventana del avión me hacía sentir grande, todo se veía tan pequeño desde ese lugar. Unas horas de vuelo a través del océano era relajante.

Al llegar a Palmur pude darme cuenta que todo cambio desde la ultima vez que mamá estuvo aquí.

Ella me decía que antes no había ni aún edificio o casa que pasara de 2 pisos, ahora se puede notar muchos edificios de hasta el triple, el bosque era una característica principal del pueblo.

Salí del aeropuerto esperando encontrar algún taxi en dicho lugar, pero para mi gran sorpresa no había ninguno allí.

—Disculpe. — Me dirigí a un chico que iba pasando por el lugar. — ¿Me puedes decir dónde queda la Calle Brind?

— ¡Vaya! ¿Eres Eider?

— ¿Cómo sabes mi nombre?

— Es que aquí no vienen turistas, y pues todos hablaban que una tal Eider compro un apartamento en la Calle Brind.

Pueblo pequeño.

— Puedo llevarte si me permites. — Su amabilidad me sorprendió, Mamá siempre dijo que nadie era amable aquí. —Me queda de paso.

¿Qué me podría pasar?

Acepte y lo seguí hasta su auto, un Mustang con unos cuantos años encima. En la parte de atrás había todo tipo de basura, pero el olor del carro no era desagradable.

Solo pasaron 15 minutos y ya habíamos llegado al lugar, la famosa calle Brind era un complejo un poco antiguo.

— ¡Muchas Gracias!

Me baje del auto sin esperar respuesta, antes de entrar al edificio en el que estaba mi apartamento me gire levemente como para confirmar que el chico seguía allí sin apartar la mirada.

En la Recepción del lugar no había nadie, así que subí las escaleras hasta el segundo piso, todo estaba tan silencioso por todo el pasillo, mire el número de mi apartamento en la llave para comenzar a buscarlo.

"665" la encontré al final del pasillo justo frente a la puerta 666.

Entre al lugar con unas ganas de acostarme en mi cama para poder tener unos dulces sueños.

Montones de cajas decoraba el lugar, los muebles estaban todo cubiertos. No tengo tiempo de arreglar todo ya que mañana debo estar en la Universidad a las 8, y ni siquiera sé qué hora es hoy, solo sé que ya es de noche.

Prendí mi ordenador para revisar los emails de la universidad. Mañana era el primer día del semestre, por lo que todos los estudiantes debían asistir. No habría clases, solo una conferencia de cuatro horas en el salón de acto.

No pude convalidar las materias que di durante mis dos años en la Universidad PUCM, así que iba a empezar materias con los que acabaron la prepa.

Una chica de 21 con unos críos de 18.

Palmur se sentía tranquilo, por la ventana podía ver un poco del bosque, hacía frío en el lugar y no tenía idea en qué lugar estén mis sabanas.

Salí del apartamento en pijama, necesitaba tomar aire y fumarme un cigarrillo.

En recepción se encontraba una chica, le di las buenas noches, su cara cambio a una faceta de sorpresa.

Al instante de estar afuera encendí el cigarrillo y le di una calada. En la calle estaban aparcados varios vehículos, a diferencia de cuando llegué. No había nadie a lo largo de la calle, era como si todos en este complejo eran tranquilos, cada quien en casa con su familia disfrutando de una peli con palomitas.

Un grito hizo que soltara el cigarro del susto, venía desde adentro del edificio, así que entre al lugar para ver a la recepcionista con las manos en la boca mirando a las escaleras.

Justo en el último escalón se encontraba el chico que me había ayudado antes, con el cuello rajado de lado a lado. Me quedé allí parada mirando como su cuerpo inerte seguía desprendiendo sangre, la chica a mi derecha tomo el teléfono y llamo a alguien. No pude reaccionar hasta que las sirenas de la policía inundaron el silencio en toda la calle.

El edificio se llenó de policías y personas que salían de sus apartamentos viendo la grave escena en las escaleras, se vieron obligados a salir por las escaleras de emergencia. La recepcionista hablaba con un policía mientras yo trataba de descifrar que mierda había pasado.

— Supongo que eres Eider. —Una señora se sentó a mi lado en la acera. —Tranquila, estás cosas suceden con frecuencia.

— Ese chico me trajo a casa hoy, ¿Cómo estar tranquila señora?

—Lo mejor es estar tranquila o acabar como él.

— ¿Acaso me está amenazando?

—No cariño, solo te advierto de las cosas que encontraras por aquí, buenas noches.

La señora se levantó, la observe mientras se perdía en la multitud.

—Necesito tomarle declaración señorita. —Me quedo en silencio aun viendo hacía el lugar por donde se fue la señora. — ¿Vio algo?

—Mire oficial. —Me levante para mirarle fijamente. —Solo sé que ese chico me trajo a casa hoy, se quedó en su auto mirando hasta que entre al edificio, pasaron las horas y salir a fumarme un cigarrillo y unos 2 minutos después escucho a la chica de recepción gritar, un segundo después veo la primera cara que vi al llegar aquí desangrarse en una escalera con el cuello cortado.

—Bien señorita, ¿Cuál es su apartamento?

—665

—Esto es lo que pasa, la garganta del chico fue cortada frente a su puerta, estaba entreabierta, además el asesino lo arrastro por todo el pasillo hasta tirarlo por las escaleras, Creemos que el chico estaba por entrar a su apartamento a robar o a encontrarse con usted, ¿me entiende? — me quede en shock tras escuchar al oficial. —No eres sospechosa porque estabas fuera del edificio y es una coartada perfecta, solo le pido que tenga cuidado con aceptar que extraños la traigan a casa, porque ese chico tenía cargos por robo y violaciones.

Una escena del crimen justo en la puerta de mi apartamento. Ya era cerca de las 6 de la mañana y seguía parada en medio de la calle, no me dejaban ingresar a mi apartamento porque estaban en busca de huellas antes de limpiar la escena.

Necesitaba mis cosas para ir a la universidad, necesitaba mi celular para poder dirigirme al lugar sin hablar con extraños, debo ducharme y ponerme ropa, porque eso de ir en pijama no es una gran idea.

—Señorita puede ingresar a su apartamento.

Fue música para mis oídos, entre a tomar una ducha corta, me vestí, tome mis cosas y salí del lugar casi corriendo.

Sweet DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora