Capítulo 1

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Envuelta en mis pensamientos negativos, al ver parado a Benjamín en media cancha de fútbol, mirando hacía mi dirección con una gran sonrisa, me pongo más mal de lo que ya estaba. Pero no rompo el contacto visual hasta que las miles de cosas que hemos pasado juntos, durante todos estos años, pasan por mi mente y me empujan a retroceder lejos de la ventana. Un acto que me estremece y me obliga a abrazarme a mí misma ante el escalofrío que sienten mis brazos desnudos por la lástima y el miedo.

— ¿Estas lista?.

— ¿Para qué?...

— Sal y mira de nuevo.

No quería hacerlo, no podía volver a ver a Benjamín a la cara. Porque esa sensación, aquella que me recalca que las cosas cambiarían más de lo que ya estaban, me atormentan. Y eso me asusta mucho. Pero mi cuerpo reacciona por sí mismo hacía la curiosidad y me obligo a mí misma a caminar de nuevo hasta la gran ventana de la biblioteca, donde me asomó y abro los ojos hasta el tope.

— Oh, Dios mío.

''SAL CONMIGO EMI". Era lo que había escrito con cientos de rosas sobre el campo de fútbol de la Universidad. Una sorpresa que me hace pensar del cómo diablos Benjamín había colocado esas rosas en tan sólo tres minutos.

— Él está esperando una respuesta, Emi. —Lo escuché decir mientras parpadeaba y quitaba mi mano sobre de mi boca.

— ¿Una respuesta?.

— Sí. Como ves él te quiere, y salir con él le beneficiaría mucho a ti y tu familia. —Afirmó y miré de vuelta a Rober, quien mantenía la mirada dura y las fracciones de su rostro por igual.

— ¿Beneficiarnos?, ¿Está loco o qué?. —No me contestó y suspiré más por la decepción de ambos que por el miedo de tomar una decisión ahora.

Todo esto es injusto, mis deseos y los de mis amigos también. Tantos años a su lado y es éste el presente que recibo por ser amable, por ser la amiga sin condiciones y por ser su ángel en los peores momentos de su vida. ¿Qué es lo que nos está pasando?. Me pregunté al volver mi atención a la ventana, desde donde asomé medio cuerpo por ésta y, como pude ver desde ese ángulo, vi a casi a toda la Universidad de Temple mirando hacia afuera lo que Benjamín había hecho. Logrando, con todos mis seis sentidos, que mi estómago se revolviera y mis impulsó de echarme de nuevo para atrás, cuanto Benjamín me llamó, sucedieran al copas de los silbidos que se escuchan a las afueras del edificio.

— ¿Irás?.

— No.

— ¿Por qué no?. —No le contesté por razones claras. Tan sólo caminé hasta el escritorio que estaba ocupando para estudiar y tomé mi celular entre mis manos— ¿No piensas contestar el móvil o no piensas volver a contestarme la pregunta?.

— Ambas. —Susurré y Rober juntó sus cejas antes de caminar con cautela hasta mi lado.

— Es tu mamá. —Tomó mi móvil, pero se lo arrebaté de las manos para guardarlo, a una velocidad increíble, en el bolsillo trasero de mi pantalón— ¿Qué te pasa, Emi?, ¿Por qué te sigues comportando así?.

— ¿Así como tú y Ben se comportan?. —Devolví la pregunta y él guardó silencio después de enredarse— ¿Sabes?, Esto es extraño. Mamá no me llama en horas pre-activas, a tan solo que sea una urgencia. Y ustedes dos, son dos pares de idiotas que no los logro aún entender.

— ¿Y?. —Lo miré mal y él suspiró con cansancio— Puede ser urgente la llamada, ¿Por qué no contestaste?.

— Porque no estoy en mis seis sentidos. —Contesté sinceramente al colocar mi mano sobre mi pecho.

My Rap Monster (ERASER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora