My Rap Monster (ERASER)

Capítulo 25

Nam Joon siempre fue un niño bueno. Nunca tuvo problemas en casa o en la escuela donde estudiábamos de niños, ya que siendo el mejor estudiante de toda la escuela; nunca tuvo problemas con los profesores gracias a las excelentes calificaciones que sacaba a diario.

Diría que sus padres fueron los mejores del mundo, pero no puedo evadir el hecho de que a ellos sólo les interesaba saber que su hijo era uno de los primeros en las listas de mejores alumnos y no saber que Nam Joon podría ser algo mejor que un abogado o gerente sin sus estrictas reglas y demás. Pero como decía mi madre cada vez que le contaba partes de la vida de los Kim: Los humano a veces nos dejamos llevar por los disgustos que por gustos. Tanto así como para dejar que el sucesor siga lo que uno no ha logrado en su vida y no dejarlo seguir su propio camino.

— Tienes que poner esa caja arriba.

— Necesito de tu ayuda entonces.

Mamá ha sido tan sabía que durante los años que he convivido con Nam Joon, se he dado cuenta que a su yerno aun le duele recordar el pasado y que yo, pasará lo que pasará, sigo a su lado sin importar lo difícil que es tratar con él sobre esos temas. Papá también se ha dado cuenta y gracias a él, Nam Joon lleva una mejor vida Fairbanks que en Ilsan o Filadelfia.

Y hablando de Alaska; durante estos cinco años, Nam Joon cumplió su deseo de vivir en Fairbanks apenas tuvo la llave de nuestra nueva casa en sus manos. Mis padres, después de que aceptaron vivir con nosotros en Alaska, se negaron cuando se dieron cuenta que todo lo que necesitaban estaba en Ilsan y no en otra ciudad. Lo mismo fue con los padres de Nam Joon, los cuales se quedaron en Filadelfia para disfrutar de lo que les queda de vida. Rober, él también se quedó en su ciudad por el deporte y el trabajo. En cambio Benjamín, apenas Naye terminó la Universidad, se fueron con nosotros a Alaska. Tal vez a mis padres y a los de Benjamín no les agradó mucho la idea de ambos se fueran a vivir juntos siendo muy jóvenes, pero estaban hablando de Benjamín López y Kang Naye. Dos jóvenes enamorados del mundo y de sí mismo como para mandar a la mierda la opinión de las personas.

— ¿Todavía quieres más globos?.

— Si y son para ahora.

— Pero...

— Negro, no hagas que enoje. —Advirtió mi hermana y Nam Joon resopló con disgusto antes de tomar las llaves del auto y salir de casa. Naye sonrió y me crucé de brazos cuando me dio la cara de nuevo— ¿Qué?.

— ¿Para qué más globos?.

— Quiero que la fiesta para Namsuni sea especial, ¿Que tiene de malo pedirle a Nam que traiga más globos?.

— Mucho, Naye. Namsuni solo tiene dos años, ella no recordará nada de esto. —Señalé todo el adornado— Además sabes cuánto le molesta a Nam Joon que seas como su madre cuando no tienes el derecho de serlo. ¿Se te olvidó que él es mas mayor que tú?. Tenle por lo menos un poquito más de respeto, ya no eres una niña. —Sentencie y mi hermana apretó sus labios en una sola línea, dándome luego la espalda y enseñándome el dedo corazón apenas comenzó de nuevo con la decoración de la pequeña fiesta para Namsuni.

Me reí por lo bajo y sacudí mi cabeza en negación al darme cuenta que Naye no había cambiado en nada y Nam Joon tampoco. Ambos, después de tantos años manteniendo una amistad casi estable, siguen siendo los mismos niños cuales tanto amo con toda mi alma. Y eso me recuerda el primer día que Naye conoció a Nam Joon y lo señaló como su tipo de héroe favorito. ¿La razón?. Bueno, Nam Joon fue un buen amigo. Y a pesar de que en esos tiempos no nos hablábamos mucho, él nos defendía a como diera lugar solo por el hecho de que sufríamos de los maltratos de nuestros compañeros. Pero mientras más iban pasando los días, esos hechos ya no tenían tanto sentido. Porque con el trascurso de los meses nosotros habíamos forzado nuestra relación de desconocidos a amigos sin darnos cuenta de nuestras acciones.