My Rap Monster (ERASER)

Capítulo 13

Suga, Yoon Gi, o como sea, hasta la ahora ha sido una gran persona conmigo. Pero no tanto como para perdonar su falta de respeto hacia mi persona. Por eso, después de haber salido del campo de flores y caminando a dirección opuesta donde yo estaba sentada antes, rechacé la petición de ir a comer un helado con él. Pero Yoon Gi, algo muy raro de ver en su peculiar apariencia, me suplicó, entre uno que otro insulto, que fuera con él aunque sea a la maldita rueda. Y si no iba con él, él actuaría como tal niño perdido y causaría la escena más vergonzosa de nuestras vidas. Hice una mueca llena de fastidio y bajé la mano con la que estaba a punto de abofetearlo, y dejé que él mismo me arrastrara a la atracción.

— ¿Has pensado en ser famoso alguna vez?. —Pregunté, mirando la cantidad de personas encogerse mientras subíamos como tortugas.

— Tal vez. —De removió de su asiento y miró también por el cristal transparente— La verdad es que sí lo he pensado y considerado muchas veces. Pero aún no estoy seguro de que ya sea hora, ¿Entiendes?.

Pensar que de un día para otro Yoon Gi quisiera ser perdonado por esta estúpida chica, se me hace tan raro que sus palabras me ponen a pensar. ¿Lo ha estado considerando?, ¿Por qué?. Es muy bueno en lo que hace y no dudo en que cualquier empresa es capaz de aceptarlo a las ciegas. ¿Pero que él aun no esté listo?, ¿Qué clase de rapero piensa que aun no está listo para triunfar si tiene a media colmena apoyándolo?. Y me lo pregunto porque ese día en Shorty muchas personas estaban gritando y saltando por él y su intenso rap.

— Estas disculpado.

—¿De verdad?. —No le contesté y detallé cada edificio de Filadelfia.

El panorama es muy sutil. Cada color que se expande gracias a la radiante luz del sol. La gente, desde lo más alto, puedo verlas disfrutar de las atracciones acuáticas. Intento buscar a Nam Joon y Naye ente tantas personas, pero el rubio y la peli roja no aparecen en mi campo de visión. De pronto, mientras iba bajando nuestra cabina, el silencio cómodo entre nosotros es traicionado por su risa. Una hermosa melodía que se me mete por un oído y se me sale por el otro cuando me estremezco y mis vellos de mis brazos se ponen de punta. Lo miré y veo que trata de aguantar las ganas de no reír de nuevo.

—¿Qué?.

— Nada.

—¿Me estas tomando el pelo?.

—Estas a un paso de mi, ¿Cómo quieres que coja de...?.

—¡Dime!. — Exigí, acortando su tonta y sarcástica pregunta. Él se niega y me levanto para sentarme a su lado y tomar su brazo con poca delicadeza— Tengo pensado un suicidio excelente para las noticias, ¿No quieres eso verdad, que seas tú el que se suida por darle drama a una chica inocente como yo?. —Preguntó y, sin aguantar más, suelta enormes carcajadas que logran sobresaltarme.

— Q-Que buen chiste. —Se secó una lágrima y lo solté, empujándolo para darle más drama a mi cabreado estado.

Cuando me levanto, decidida en volver a mi asiento, el movimiento de la rueda, la cual era señal de que habíamos llegado a nuestro destino final, fue tan tosco que me aterró más sentir los brazos de Yoon Gi en mi torso y su fresco aliento detrás de mi oreja. ¡Deja de latir tan rápido corazón!.

—¿Estás bien?.

¿Paras o te golpeo para morirme de una buena vez?.

— Sí.

Ambos nos enderezamos. Él desenredó sus brazos de mi cintura y se alejó para salir de la cabina y dejarme algo de aire. Inhalé y exhalé un par de veces antes de salir. Pero cuando iba a tomar su mano, la que me estaba ofreciendo como apoyo para bajar las gradas, mi móvil sonó. Yoon Gi frunció su ceño, sostuvo con firmeza mi mano y señaló mi móvil.