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—Alejarse.
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Jace y sus amigos llegaron a la escuela, estaban en los pasillos mientras comenzaba la clase, el día reflejaba tristeza y Jace se sentía igual.
Aunque sabía que Lucy lo evitaría y que no lo dejaría que la defendiera, sabía que debía hacerlo, pero no podía él sólo.
A lo lejos pudo distinguirlos, ambos entraban a biblioteca y por si fuera poco, Cameron abrazó a Lucy, dándole una sonrisa a Jace.
—Necesito su ayuda— Les dijo él.
—¿Qué necesitas?— Pregunto Sean.
Jace se la paso explicando a sus amigos el plan que tenía haciendo en su libreta dibujos y garabatos, esto para hacer que Ross y sus amigas se dieran cuenta de que decía la verdad.
—¿Tienen el plan?— Les pregunto Jace.
—Si— respondieron sus amigos.
—Bien—los miró— Nos vemos en un rato.
[...]
Sean y Wyatt corrían por los pasillos buscando a aquellas tres amigas, era su hora del almuerzo y eso no los ayudan pues debían buscar entre tanta gente.
—¿Por que debemos ir nosotros por las chicas?— Se quejó Sean.
—Porque si iba Jace ellas no querrían venir— explico Wyatt.
—¿Y no pudo venir Finn?— Se volvió a quejar.
—Solo sigue buscando.
Mientras tanto Jace y Finn se habían dado el trabajo más "pesado". Hacer que Cameron caiga en la trampa.
—Cameron— le dijo Jace.
—¿Que?— soltó con un tono grosero.
—El maestro de matemáticas quiere verte— le dijo Finn.
—¿Por que el de matemáticas?— les pregunto.
—Por un trabajo— Aseguro Jace.
Eso era mentira, en realidad todo, pero el salón de matemáticas era el único que estaba vacío.
—Bien— les dijo él.
¿Enserio había caído tan rápido? Pensó Jace.
—¿Qué hacemos aquí?— Lucy había entrado al salón junto sus dos mejores amigas.
—Di la verdad Cameron— se escucho la voz de Jace.
—¿Que?— dijo Cameron como si no entendiera las cosas.
—Se que querías salir con Lucy pará lastimarla y fastidiarme— dijo Jace con un tono molesto.
—En efecto mi capitán, ella es el blanco perfecto— se rio.
—Mala suerte—se cruzó de brazos frente a él, aún hablaba con un tono alto para que todos escucharán.
—Yo si te rompo la boca—dijo Sophia, pero fue detenida por los brazos de Lili.
—Controla a tu perro—dijo Cameron a Lucy— No puedes defenderte tu misma— se burló
—No le hagas caso—susurro Lili— Nada de lo que dice el es cierto.
—Puedo partirle la cara—Miró a Lili— solo que esta vez no me detengas.
—Me ofenderías si no lo hicieras— dijo Wyatt.
Habían apagado esa alegría con la que siempre llegaba Lucy, ¿Por que? Justo en el momento que estaba todo bien.
Todo esto comenzó desde que intercambio unas pequeñas palabras con el chico, y si quería que esto no sucediera más, sabia que lo mejor era alejarse.
