—Nada.
El partido estaba a punto de comenzar, Jace buscaba con la mirada a Lucy entré tantas personas, pero lo era difícil.
El pensó que ella ya estaba ahí, así que trató de ocultar sus nervios para jugar bien y dedicarle sus goles del partido.
Y así fue, ellos habían ganado y se sentían tan bien, que algunos de ellos ya estaban llorando. Pero ese no fue el caso de los chicos.
Jace seguía tratando de buscar a Lucy, pero no la veía por ningún lado.
—Felicidades— llegó Megan.
Jace solo hizo un gesto de agradecimiento.
—Se que eres bueno— lo miró— pero eres el mejor— se acerco a él.
— Gracias Megan— dijo Jace y se alejó de ella.
—¿Tu novia no llegó?— se rio Megan.
Pero Jace no contesto, no quería caer en su juego.
— Yo se como animarte— dijo pará acercarse rápido a él y besarlo.
De inmediato Jace se separo y la miró, no quería ser grosero pero había cruzado la línea.
—No vuelvas a hacer eso— Le advirtió.
[...]
Jace no había tenido la oportunidad de hablar con Lucy en clases, puesto que no compartían ninguna en todo el resto del día.
La estuvo buscando durante su receso, pero no la vio ni a ella, ni a sus amigas, pensó que tal vez estaban ocupadas con los últimos proyectos como él, todo por el dichoso fin de curso.
Aún así el sabía que la vería en los ensayos, y era ahí el momento en donde podría hablar con ella.
Llegó al salón de teatro, dejo sus cosas y se encaminó por los pasillos para buscar a Lucy.
Y ahí estaba ella, sentada en una banca mientras repasaba su diálogo.
—Hola— dijo Jace y se sentó a su lado— Quiero que sepas que no me molestó el hecho de que no estuvieras en el partido, entiendo que tu proyecto era más importante—
Jace se dio cuenta que ni siquiera le estaba prestando atención.
—¿Lucy? ¿Me estás escuchando?— Pregunto Jace.
— Si, ya te escuché— dijo Ross con un tono molesto— A mi tampoco me molesta que te beses con alguien más, al fin y al cabo tu y yo no somos nada.
Lucy se levantó del lugar en el que estaba, y fue con sus demás compañeros para así evitar que el le hablará.
Jace no vio a Lucy en ningún momento del partido, pero era más que obvio que ella si lo vio a él.