escuchar esta canción pq de verdad me da unas vibes de escena bizarra HDJSAISDJ
-Chopin- Nocturne op.9 no.2
-Requiem de mozart)
¿En verdad lo odio tanto como para no preocuparme por que no haya regresado a casa?
Sí, Minho, te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Me importa una mierda que no hayas llegado a casa, sé que estas por ahí, con alguien. Y todos saben que eres un maldito, así que no importa si no estás. O eso quiero creer.
Me heriste y me lastimaste como no tienes idea. Me arruinaste todo. Llegaste y te entrometiste. Pusiste todo de cabeza. Te odio tanto. Nada es como antes, me gustaria que lo fuese. Que todo fuese como antes, como cuando no estabas.
Cuando todo estaba tan bien.
Si no estuvieras en nuestras vidas, todo, quizás sería mejor. Y aunque no lo creas, me duele pensar así de ti. Te quería tanto, pero ahora, repentinamente, es tanto odio, tan fuerte.
Pero me duele herirte. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué duele si me has herido tanto? Lo sabes.
Sabes que me duele. Que me hieres y lo sigues haciendo. No te importo y nunca te importé. Creo que eso duele tanto como la traición, y las heridas.
Habría estado mucho mejor daño físico que algo así.
Las notas sonando a través de la radio no me calman como lo habrían hecho antes. Creo, que me ponen más... no sé, de una manera extraña y desagradable. Pensando cosas estúpidas, cosas que nunca habría pensado. El haber evitado las píldoras está haciendo daño, pero estuve centrando mi concentración en tantas otras cosas que nunca pensé que pasaría esto.
Nunca antes habría robado un auto incluso.
Pero ahora lo hice, ¿Por qué? No lo sé. Nada tiene sentido ahora. Está todo borroso, roto, dañado. Ni siquiera los colores que veo serían los que normalmente vería. Es tan raro.
Envié un texto, no sé a quién. No sé a quién le envié el mensaje. Pero en el mapita, ahí había algo. Me quité la chaqueta, sin importarme el hecho de dejar el volante solo, no hay nadie en este camino, menos a esta hora. Un puntito rojo en el mapa de mi celular llamó mi atención, centrandome solo en ello.
Un contacto cerca. Unas letras tan odiadas por mi inestable mente justo ahora.
Minho.
La canción en la radio llegaba a la cúspide, el momento de tensión, sentí cada uno de mis vellos erizarse. Iría a confrontarlo. Iría a decirle que se alejara de mi vida, de la de todos a nuestro alrededor. Qué se largara de la escuela, de la ciudad o lo que fuese pero que desapareciera por favor. Seguí el puntito en el mapa, con la embriaguez de mi propia repentina locura llenando cada una de mis celulas, llenándome por completo. Guiandome solo por el ritmo de la música y la inestabilidad.
Los violines, violas, cellos sonando al conjunto, las voces, triángulos, flautas traversas, todo tipo de instrumentos componentes de una maravillosa orquesta, alineados, en un ritmo que me hacía cada vez perder más la cabeza. Apoderándose de mis acciones.
Recuerdo al terapeuta decir que la música clásica ponía más intensas mis emociones, que los episodios se hacen más fuertes cuándo oigo piezas como esta, como requiem, aunque la finalidad de la pieza no sea confrontar a un compañero de escuela, es una oracion llevada a cabo para los difuntos.
Y lo vi, caminaba, aún con el uniforme escolar, igual que yo. Vio las luces del auto, a las cuales les subí la potencia, con la inseguridad a tope, para que no viese mi cara, sin saber si encararlo. Ya no habían palabras en mi boca. Ya no había ideas en mi cabeza, todo era una cascara.
Una cascara que presionó el acelerador a fondo. Con todo a mi alrededor rojo. Sentía el tintineo de las píldoras como un cascabel, un cascabel insistente, desesperante. Un cascabel al cuál no le haré ni más mínimo caso. Es inicuo reprimirme de esta manera, más aún ahora, estoy en mi máximo punto. El tintineo ahora es un suave murmullo que no perturbaba mi mantra.
Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio. Un mantra repetitivo, mientras sentía el remezón al chocar con algo duro y voluptuoso.
La canción tomó un descanso, la calma antes de su clímax más intenso y vi las manchas rojas en el cristal delantero, resbalando lento, lentísimo, con toda la calma del mundo, y se escuchó el ruido sordo de su cuerpo cayendo al suelo.
Lo maté.
Maté a Minho.
Mierda. Mierda.
¿Qué hice? ¿Qué hice?
Sentí un nudo en mi garganta, y solo lo dejé salir, con un grito, de terror. Me bajé del auto, viéndolo tirado en el suelo.
Requiem de mozart sonaba con fuerza, tomando su turno luego de las otras pistas del mismo genero que escuché anteriormente. Pero cada acorde me hacía llorar más fuerte.
Minho estaba tirado, inmóvil, lleno de sangre. Uno de sus pies descalzo, y su cuerpo en una incomoda posición. Con sus ojos entrecerrados, mirándome fijo, sin verme realmente. La sangre resbalando de su frente, de su rodilla, su mano. Una gota lenta y tortuosa.
Me dejé caer al suelo, sin importar si me hería.
¿Qué voy a hacer ahora?
Tomé mi cabeza entre mis manos, gritando con desesperación ante mi estupidez. ¿Qué haré?
El foco del auto iluminaba a un lado del camino, junto a los árboles, el túnel extenso de tierra, el camino largo, con agua corriendo pacíficamente. Los arbustos a un lado, cubriendo casi por completo la zanja que llevaba el agua. Me puse de pie, quitándole la chaqueta. Lo arrastré hasta la zanja, dejando caer su cuerpo ahí, el agua era baja, pero, limpiaria el rastro, y los arbustos lo esconderían lo suficiente. Nadie pasa por aquí, nadie podría oler su cuerpo pudriéndose, además el agua quizá disimulase el olor a putrefacción. Pero, en un campo así, cualquiera podría pensar que solo se trata de algún animal muerto. Tiré la chaqueta sobre su cara, para dejar de verla.
Volví al auto. Revisé el maletero.
Unos botes con distintos contenidos. Conduje más lejos, alejandome de Minho. Alejandome de él. Sintiendo alivio. Sintiendo mucho alivio.
Reí.
Reí con fuerza.
Ese hijo de puta esta muerto al fin.
Ya lejos, me bajé. Un terreno de tierra, vacio. Tomé el bote, desparramando por doquier el liquido. Desparramandolo sobre el auto, dentro de él, en todas partes. Tomé bien mi móvil y busque un mechero. Oyendo la música.
Lo encendí y encendí una ramita. La dejé dentro del auto, apartandome antes de que mi piel se viese afectada por el fuego.
La música siguió sonando hasta que las llamas consumían la radio. Me alejé, antes de que esta terminara. Antes de que acabase. Corrí. Comencé a correr, lo más rápido que dieron mis piernas.
Perdí mis pildoras dentro del auto. Pero, pff. ¿A quién le importa?
Cuándo corra hasta la carretera, llamaré un automóvil y todo estará bien si llego a casa antes que mi familia. Al fin y al cabo...
Minho está muerto y no nos dañará más.
La tranquilidad me invade.
《♡》
le puse .exe pq no sabia q poner
KAKSKAKDS anyways perspectiva de nuestre culpabledou
q opinan grasias
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Trouble.- Minsung
FanfictionLee Minho, el alumno transferido hace unos meses, desapareció tres días y lo encontraron agonizando en una zanja. Toda su clase es sospechosa. Al menos la mitad de ellos, tendrían alguna razón para querer matarlo, aunque fuese estúpida. Pero, ¿Qu...