『❆─🌨𝙒𝙄𝙉𝙏𝙀𝙍 𝙁𝙍𝙊𝙎𝙏🌨─❆』| VolkacioAu!!

🦋─ 𝘱𝘳𝘰́𝘭𝘰𝘨𝘰

Por las calles de la ciudad invernal de Whitehorse, ubicada en la región de Yukón, Canadá, miles de historias y relatos eran comentados y al mismo tiempo olvidados por muchos, muchos eran escuchados de generación en generación mientras que otros desaparecían como la nieve en los árboles al llegar la primavera.

Mayormente eran los sabios ancianos los que le relataban las historias a sus nietos o a los jóvenes del lugar, pero hoy esta historia comienza con una huella sobre la nieve al final de una escalera.

『❄─

Se despidió rápidamente de su madre y de su pequeña hermanita recién nacida y troto hasta la entrada de su casa, tomo su abrigo, guantes, y bufanda colgados en el perchero adherido a la pared, abrió la puerta normal para luego abrir la que era de malla para repeler a los insectos de la noche, cerro ambas puertas detras de sí y parado sobre la alfombra de entrada a su hogar buscaba con la mirada la presencia de su acompañante, pero nadie se encontraba en el lugar.

Torció si cabeza hacia el costado confundido mientras anudaba la bufanda morada alrededor de su cuello, colocó sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo azulado y bajo los tres escalones de entrada a su casa aún buscando en los alrededores de su casa, pero su vista fue hacia abajo cuando su pie izquierdo casi se sumerge por completo en la nieve que había al final del último escalón, dejo escapar una risa divertida y libero su pie de la nieve acumulada para seguir camino hacia adelante por una zona con menos cantidad de hielo.

Caminó hacia el inicio de la rampa de pierda en zigzag que dirigía a la calle comenzando a desilusionarse al no encontrar a su compañero y bajo el primer tramo mirando al frente.

–¡Horacio!–El grito fue lo primero que sintió al doblar para bajar el tramo que guiaba directamente hacía la calle en bajada, pegando un pequeño pero fuerte grito del susto y poniendo sus brazos al frente de su cuerpo en forma de defensa.

–¡Joder!–Fue lo único que alcanzo a decir cuando por fin entendió la situación, viendo a su mejor amigo sostener su estomago mientras reía de su travesura–¡Me cago en tu madre Volkov, de verdad!–Le devolvió el grito junto a un empujón, causando que el de cabello gris tuviera que sostenerse de la pared de pierda para no resbalar con el hielo.

–¡E-espera que me muero yo también coño!–Le regaño aún riendo retomando su postura frente al moreno, viendo como este le miraba indignado y con sus brazos cruzados sobre su pecho–Ya, ya, lo siento. Te comprare un chocolate caliente de camino a la montaña.

El de cabello marrón rapado por los costados sonrió y tendió su mano hacía el de tez pálida, este comprendió y choco su palma con la suya para luego chocar el dorso de su mano con la de el, luego de arriba hacia abajo y terminando su saludo con un choque de puños, el moreno rio satisfecho y abrazo al mas alto por centimetros por los hombros amistosamente, comenzando ambos a caminar en bajada hacía la ciudad, camino a un lugar cercano a la montaña que rodeaba la zona oeste de la ciudad donde la gente solía ir a esquiar o a jugar con las grandes cantidades de nieve.

Al llegar a la entrada del parque Horacio ya había terminado la bebida que Viktor le había comprado, por lo que cuando pasaron por debajo del arco de metal con el nombre de la ciudad para entrar el moreno tiro el envase de cartón dentro de un tacho de basura que habia junto a la entrada y corrió sin siquiera esperar a su amigo, quedandose parado en medio casi del camino, viendo a la gran línea de aerosillas que subían al costado de la montaña para que los fanáticos del Snowboarding y del esquí para subir hasta la cima, a unos metros de eso habia una cabaña de madera bastante moderna que servía como un bar donde poder ir cuando el frío comenzaba a darte hambre.

–Mira, podemos comer algo y luego subir a- –Un impacto en su cabeza detuvo su hablar, se dio la vuelta con los ojos abiertos de la sorpresa y su boca formando una "O" mezclada con una sonrisa.

Viendo a su mejor amigo con su brazo suspendido en el aire tras haber arrojado la bola de nieve, con una sonrisa burlona en su cara.

–No acabas de hacer eso–Dijo negando divertido y agachados para juntar nieve.

–Oh, si, claro que lo hice.

°•.💭•୭̥⋆*｡

Cortito y soft saben que si.