🦋─ | 08

185 29 11
                                    

『❄─

Entraron a por la puerta de la casa de la mano, recién llegados de la escuela y apresurados por volver a salir y disfrutar de el frío típico de la estación. Una pequeña niña de cinco 6 años corrio desde el sofá de el salón a saludar a sus dos chicos favoritos.

–¡Hola!–Gritó alegre mientras corría a los brazos de el más alto, el cual no dudó en soltar la mano de el de cresta para alzar a la niña.

–¡Monica, que grande estas!–Respondió mientras sostenia a la niña en brazos, esta comenzo a reírse y a despeinar los cabellos grises acomodados hacia atras.

–Oye, ¿y este favoritismo qué?–Se quejo el moreno, quitando el gorro de lana de encima de su cabeza.

–Я люблю тебя больше, моё солнышко–Respondió el ruso, dejando a la niña otra vez en el suelo.

–Horacio, creo que te ha insultado–Dijo la más pequeña tirando de el abrigo largo de su hermano mayor.

Ambos mayores rieron ante la ocurrencia de la niña, con ansías, el moreno volvió a tomar la mano de su pareja y avanzaron hasta el comedor, donde la señora Perez también disfrutaba de la tarde en compañía de un hombre el cual Viktor no había visto antes.

–Buenas tardes chicos, ¿Que tal las clases hoy?–Saludo, dejando de lado la conversación que tenía con su invitado, el cual paso a ver a los dos jóvenes y saludarlos con un asentimiento.

–Bien, bastante bien de hecho–Respondió a su madre Horacio, ocultando el agarre de sus manos tras su espalda–Mamá, con Viktor íbamos a ir a patinar al lago, ¿Sabes en donde están los patines?

–Eh si, creo que están aquí. Espera–Chlóe se levanto de la silla y camino hasta la puerta que estaba debajo de la escalera, la cual llevaba a un pequeño almacén–¡Ah, Viktor! Creo que tu no conoces a Leonardo...

–No..Creo que no–Miro de reojo a su chico, el cual apretaba los labios para no sonreír. El alto hombre de bufanda se levanto de su lugar con indices de nerviosismo y le extendió la mano a Volkov.

–Es un gusto.

–Igualmente–El ruso le estrechó la mano al italiano, dudoso.

La madre finalmente salio de ese almacén con un solo par de patines para hielo y se los entrego a su hijo.

–Toma, dale estos a Viktor y creo que los tuyos están en tu habitación–El más bajo que el ruso pero más alto que la francesa le agradeció, dejando un beso en su mejilla y luego caminando rápido a su habitación con su acompañante detras.

Llegando a la habitación de el de orbes bicolor, este dejo que Viktor cerrara la puerta y le dio los patines a él y abrió las puertas de su ropero para buscar los suyos propios.

En verdad estaba emocionado por patinar junto a él.

–¿Ese era el tipo?–Preguntó confundido el ruso, uniendo los cordones de los patines para poder llevarlos con mayor facilidad.

–Sip.

–No parece tan malo–Susurró.

–Nunca dije que lo fuera–Rio, levantandose y atando ahora él los cordones de sus patines–¿Como era que lo imaginabas?–Se burló acercandose a el más alto.

–No se. Pero parece ser buena persona–Se encogió de hombros. Tomó la mano libre de el chico

–Nunca dije que fuera malo, ¿Que no me escuchas?–Fingió indignación, aprovechando que Volkov quería volver a hablar, tiro de su saco para juntar sus labios y subir su mano hasta su mejilla.

『❆─🌨𝙒𝙄𝙉𝙏𝙀𝙍 𝙁𝙍𝙊𝙎𝙏🌨─❆』| VolkacioAu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora