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Caminaban lentamente y charlando uno al lado del otro, Volkov caminaba por encima del cordón que separaba la calle de la vereda mientras que Horacio caminaba pegado a ese cordón pero por la calle, jugando con los charcos de agua que se habian formado durante la tarde invernal.

–¿Y yo que animal sería?–Preguntó el ruso, probando la habilidad de su amigo de ver a la "personalidad animal" de cada persona.

–Hm. Creo que un...Leopardo de esos de las nieves–Contestó un poco dudoso–O un Lobo–Corrigió más seguro de su respuesta

–¿Un lobo?–Devolvió la pregunta alzando una ceja incrédulo–Pues tu serias un....Pavo real.

–¿Por?

–Por que una amistad entre un Pavo real y un Lobo es algo imposible de ver, pero acá estamos–Horacio freno sus pasos con la boca abierta y enternecido y el ruso lo imitó, pero cuando ambos se quedaron quietos, un auto pasó a toda velocidad a su lado y los dejo repletos de agua al pasar por encima de un charco.

–¡Oiga!.

–¡Pero-!.

Ambos gritaron al vehículo que se alejaba a toda velocidad con enojo, Viktor dejo caer sus brazos con fuerza golpeando sus piernas en el proceso mientras que Horacio refunfuñaba intentando secar sus ropas.

–Cuando tengamos una licencia de conducir esto no va a pasar–Gruño mientras escurría sus guantes y pasaba una mano por su cabello marrón corto.

–Cuando tenga una licencia de conducir voy a hacerle lo mismo a todos los autos recién lavados que me encuentre en modo de venganza–Solto el ruso en extremo furioso, escuchando al moreno soltar una risa.

Un objeto extraño enterrado en la nieve llamo la atención de Viktor, dejando su enfado por el agua en su ropa de lado, se agacho y tomo la punta de la rama enterrada en la nieve, tiro de esta con fuerza hasta que logro sacar la alargada madera totalmente, casi perdiendo el equilibrio pero quedando fascinado con la forma de la rama.

Tenía una parte que era totalmente recta y normal, exceptuando la punta superior de la bara la cual tenia una forma similar a un siendo de interrogación.

–Mira esto–Dijo llamando la atención de su amigo.

–¿Eres un abuelo que tienes que usar bastón?.

–Pues ahora si, por que no lo pienso dejar tirado.

°•.💭•୭̥⋆*。

Ya en las afueras de la ciudad, pasando por la cerca de madera que daba a el terreno de la familia rusa, ambos caminaron lo que faltaba para llegar a la casa de Volkov, encontrandose afuera de la casa a la hermana mayor de este jugando con el que parecia ser el nuevo cachorro de la familia, un Border Collie muy especial.

Sin dudarlo, cuando el perrito escucho como dos personas se acercaban a la casa, corrio con sus cortas patitas sobre la nieve hasta su dueño de cabellera gris y su "Tio" de ojos bicolores.

–¡Pero que cosita!–Gritó Horacio, lanzándose al suelo a recibir la llegada del animalito, haciendo reír a Viktor detras suya.

El pequeño perrito llego a sus brazos listo para recibir y dar amor a cualquiera, refregandose contra las manos abiertas del chico mientras movia su colita como loco, Horacio podia sentir el suave pelaje blanco y marrón debajo de sus manos. Levanto al cachorro, notando lo liviano que este era y lo alzó por arriba de su cabeza, notando también como este tenía unos ojos igual de celestes que el mismo cielo en pleno verano.

–¡Viktor Volkov tienes un perro bebé con tremendos ojazos y no me dijiste nada!–Le regaño en voz alta.

–Es una hembra, Horacio, se llama Laika.

–"Laila"?

–LaiKa, con "K".

–¡Horacio, ven salúdame!–Grito la hermana de Volkov mientras se acercaba a paso rápido hacia ambos amigos.

Las familias de ambos amigos solian llevarse de maravilla desde que los dos se conocieron en el jardín, la familia Volkov aceptaba a Horacio en todas las formas y colores, y la señora Perez hacia lo mismo con el joven Viktor.

Unos años antes que los Volkov, Chlóe Perez junto con su hijo se habian mudado a esa ciudad en Canadá tras la trágica muerte de su esposo, causada por el crimen en las calles de la gran ciudad en la que antes vivía la familia. Al contrario, la familia rusa simplemente había decidido cambiar los aires de sus vidas cuando su segundo hijo llegó a su vida, tomando la decisión de irse a vivir a un lugar pacífico mayormente como lo era Whitehorse.

–¡Irina, guapa! ¿Que tal estas?–Saludo el moreno dejando a la perrita en brazos de su amigo y corriendo a saludar a su hermana, dejando al contrario levemente indignado.

–Bien, bien. Ya te extrañabamos por aquí–Dijo mientras ambos se saludaban con un beso en la mejilla–Ya que el tonto de detras nunca te trae...

–Creo que era mejor así Irina–Soltó mientras tomaba del brazo a su amigo y lo atraía a su lado de nuevo, causando las risas de los otros dos.

Viktor solo rodo los ojos y arrastro a su amigo hasta dentro de la casa tratando de evitar a la molesta de su hermana, sin saber que al entrar, la segunda mujer de la familia estaría justo en la cocina.

–¡Horacio querido!–Saludo la mujer de cabello rubio desde le cocina

–¡Señora Volkov!

–черт возьми–Susurro, odiaba cuando su familia hacía esas cosas, incluso cuando llevaba conociendo a Horacio desde años seguía dándole pena.

–¿Que tal niño?¿Como esta tu madre? ¿Y tu hermanita?–Comenzó a preguntar la mujer mientras despeinaba el cabello del joven.

Una tarde noche conmovedora y agotadora para Viktor.

°•.💭•୭̥⋆*。

Quédense con lo de la licencia por ahora...

『❆─🌨𝙒𝙄𝙉𝙏𝙀𝙍 𝙁𝙍𝙊𝙎𝙏🌨─❆』| VolkacioAu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora