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La situación era incómoda, al igual que el frío que entraba a través de la ropa de el moreno. Este estaba sentado en su cama en una posición india, abrazado a su propio cuerpo para mantener tanto el frío como los temblores alejados, el rubio cenizo mientras tanto observaba toda la habitación de el francés con más detenimiento.

No lograba entender por qué Horacio parecía estar tan afectado, entendía que podia llegar a ser algo raro, pero parecía que el shock y la parálisis llegaba a el moreno cada que conectaban sus miradas o cruzaban palabra alguna. De alguna forma, ese miedo y angustia que irradiaba el de cresta llegaban a instalarse en su cuerpo, haciendo que se formara un nudo en su estómago.

–Entonces tu...–Intentó iniciar una conversación–...¿En serio no me recuerdas?–Preguntó otra vez, parecía ser que eso era lo que más me afectaba de todo.

–No–Respondió de la misma manera, en voz baja, casi avergonzado de negar a semejante pregunta. Unos minutos más de silencio.

–¿Y por que tu....?–Se quedo callado a media pregunta, el mas palido volteo a verle. Horacio alzó sus manos a la altura de su rostro e imitó la acción que habia realizado abajo, pero en este caso, como si estuviera intentando atrapar aire.

–¿Por que soy invisible?

–Si, si. Eso–Habló rápido, volviendo a abrazar su cuerpo.

–Sinceramente, no tengo idea–Miró el bastón de madera extraño entre sus manos–Una noche yo me desperté, estaba sobre el hielo de un lago congelado, y la Luna me dijo que mi nombre era Viktor.

–¿La Luna? ¿Como que la Luna?–El contrario miro unos segundos al techo, pensando que decir.

–No te lo dice literalmente, es como algo adentro–Señaló su pecho y se acercó un poco al chico, notando como este se tensaba prefirió quedarse en su lugar–Es como si lo pusiera en tu cabeza y te obligara a saber eso. Por ejemplo, también me dijo que sabia hacer cosas...así, mira.

Dejo por un segundo el bastón apoyado en el escritorio de la habitación y junto sus manos con un espacio entre ambas, frotó estas como si en realidad estuviera buscando calor o algo, seguido de eso, sopló la palma de su mano. La habitación se lleno con diminutos copos de nieve celestes y brillantes, tal y como estrellas, Horacio miro hacia arriba para ver a los copos caer sobre él.

Tomó una gran bocanada de aire para llenar sus pulmones completamente, aguanto un segundo y luego solto todo conforme los copos iban desapareciendo en el suelo, vio por un segundo a los ojos contrarios para luego volver a apartar la mirada a el suelo, no se sentía capaz.

–No recuerdas nada antes de despertar en el hielo, ¿cierto?–Murmuró con la cabeza gacha.

–¿S-sabes algo?–Levantó la cabeza, sus ojos estaban cristalizados–¿Tu sabes si hubo algo antes de eso? ¿S-Sabes quien soy? ¿Po-Por que no se nada? Yo-.

Dolor. Otra vez ese mismo dolor de el otro día, solo que esta vez no apareció ninguna luz –Ni ningun desmayo, por suerte–. Al parecer solo había sido otra advertencia como la que Viktor había tenido al principio, pero afectando a ambos por igual esta vez.

–Más despacio, esta bien?–Dijo tomando su cabeza entre sus manos, enredando sus propios dedos en su cresta. El contrario asintió, por lo que él solo optó por levantarse de la cama–Dejame...ir al baño, nesecito lavarme la cara–Explicó mientras frotaba un poco su nariz con el puño de la sudadera.

El de cresta salió de la habitación, Viktor solo se quedó parado en su mismo lugar. Dio media vuelta y volvió a tomar su bastón, viendo por segunda vez a el marco de fotos boca abajo en el escritorio, como si de imanes se tratara su vista volvió a quedar perdida en el objeto. Su instinto hablo por si solo, alzó su mano y la acercó a él cuadro, pero a medida que lo acercaba el dolor en su cabeza volvía a aparecer y en aumento.

『❆─🌨𝙒𝙄𝙉𝙏𝙀𝙍 𝙁𝙍𝙊𝙎𝙏🌨─❆』| VolkacioAu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora