El cielo que se reflejaba en la mirada del psicólogo brillaba con esplendor. Sólo esos minutos, esos escasos minutos al lado del hombre que le había quitado el aliento le bastaron para regresarle la vida a su corazón. Tarareaba en lo bajo mientras Liam manejaba de regreso a su casa y miraba por la ventana con una sonrisa en el rostro.
- Nunca te había visto así - dijo Liam en un semáforo en rojo - sin duda Harry te tiene a sus pies.
- No te lo voy a negar, ¿Ok? No voy a mentirte, me tiene loco. Harry es como, es como una droga, lo pruebas una vez y es imposible no querer volver a sentirlo... por eso me dolió tanto su mentira.
- Pero ahora lo entiendes mejor. Me da gusto por ti Louis, ya merecías a alguien que te haga sentir eso. Finalmente estas enamorado. Cuando me dijiste que te casarías con Lilian no me lo dijiste ni la mitad de emocionado que lo que me estas contando ahora.
Louis apretó los labios con su sonrisa de oreja a oreja y sus mejillas sonrojadas, sin duda estaba completamente seguro de que Harry era lo que necesitaba para sentirse completo y haría todo lo posible para poder salvarlo de todo lo que los asechaba a ambos. Llegaron a casa y ambos amigos se despidieron. El castaño finalmente pudo dormir decentemente después de tantos días.
Despertó con entusiasmo, sabía que Liam tenía jornada nocturna también el día de hoy, por lo que podría ver a Harry de nuevo. Miró su reloj y se dio cuenta de que eran pasadas las 10 de la mañana, por lo que llamó al teléfono de Caroline para verificar que Liam estuviera ahí y le contara algo sobre el ojiverde.
- Hospital Psiquiátrico Wahnsinn, ¿Quién es?
- Caroline, hola, soy Louis.
- ¡Señor Tomlinson! Pero que agradable es volverlo a escuchar, ¿Sucede algo?
- Sólo quería hablar con Liam y saber como sigue Harry.
- Oh, pues supe que Niall y Harry tuvieron una pelea. Albert pidió que Harry entrara al sótano.
- ¡¿Qué?! No, No, No, páseme a Liam por favor, búsquelo - Louis comenzó a hiperventilar y con la mirada buscó su frasco de pastillas, dejó el teléfono descolgado y tomó una para intentar tranquilizarse - el sótano debería estar clausurado.
- Ya voy señor, espere un momento - la línea quedó en espera y Louis se movía ansioso mientras se mordía las uñas. Harry no debería estar ahí, pensó entonces en lo peor.
- Louis, soy yo.
- Liam, ¿Qué mierda está pasando? Ve con Harry y sácalo de ahí, ¡Ya!
- No lo sé, Albert lleva como una hora con Harry ahí dentro, no nos deja entrar. Te juro que he intentado entrar pero no puedo, atascó la puerta.
- ¿Escuchas algo? - sollozó intentando no soltar sus lágrimas.
- No, no se oye nada. Te llamaré en cuanto sepa algo, pero por lo que más quieras no vengas acá, no quiero que armes un escándalo.
- ¡¿Y qué pasa si lo que más quiero es lo que está en peligro Liam?!
- Pues entonces espera a que yo te diga lo que pasó y ya. Relájate, a lo mejor no es lo que pensamos.
Louis colgó sin despedirse intentando calmarse a si mismo, respirando con fuerza e imaginando que en realidad nada malo estaba sucediendo. Si quería que su plan con Liam fuera exitoso, tenía que hacerle caso y no entrar en pánico.
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En cuanto Harry supo donde se encontraba, corrió desesperado hacia las escaleras para salir, pero alguien lo tomó del cabello, tirándolo al suelo de un solo movimiento y pegando su espalda al frío suelo. Harry gimió del dolor e intentó mirar a la persona que lo acababa de tumbar. Al mirarlo sus ojos se infundieron en ira.
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9 REGLAS (L. S.)
Hayran KurguEs 1986. El dueño del hospital psiquiátrico WAHNSINN, Louis Tomlinson, recibe a noticia de que miles de manicomios por todo el mundo fueron cerrados. No sabía que muchos de los enfermos mentales serían trasladados a su prestigioso hospital, entre el...