PROCESO DE MARCHITARSE

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Si no podía controlarse a sí misma, como iba a poder adueñarse de otras cosas
Los pensamientos recorrían veloces su mente para después desvanecerse en algún lado de ésta
No supo como reaccionar ante aquella situación, se le escapaba de las manos, y solo pudo hacer lo que mejor se le daba cuando dejaba de tener el control, huir

Corrió colina abajo chocándose e hiriéndose con todo tipo de plantas
Sus pies descalzos avanzaban lo mas rápido que podían ignorando el dolor que sentían

De un momento a otro frenó y cayó al suelo, como si del proceso de marchitarse de una flor se tratase
Tras encontrarse en su punto más álgido había caído en picado hasta verse en su peor versión, en su más deplorable estado

Se hizo una bolita haciendo hueco entre sus brazos para abrazar a sus rodillas enterrando en ellas su cara y ahogando un furioso y desesperante grito de ayuda

Supo que llegó a su límite en el momento en el que el palpitante dolor de sus pies raspados se omitió por completo
Cuando poco a poco dejo de sentir, de manera descendente, la rigidez en sus manos provocada por el frío incipiente de un invierno cada vez más solitario.
Tampoco notaba sus mejillas rojas y tersas tras el paso de las lágrimas que el viento se había encargado de secar
Por dejar de sentir, dejó de hacerlo incluso con su propia respiración

Solo sentía a su alma y a su corazón concediéndose un último vals de despedida antes de que el profundo dolor y la oscuridad asfixiante que crecían en sus entrañas se hicieran con el dominio de todo su cuerpo, apagando así el brillo de sus ojos y permitiendo lo que nunca ella habría permitido

La pérdida total del control propio

LiriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora