El amor es solo para los valientes y para los que no pudieron serlo, a los que se les cortaron las alas, por fobia a que pudieran volar mas alto.
Solo los valientes saben cómo hacerlo y aunque no lo sepan, lo hacen.
Atravesando infiernos, agarrándose a clavos ardiendo, siguen implacables.
E incluso cuando se rinden, o tratan de hacerlo, allí están ellos; los que perdieron la batalla o los que están por empezarla; para recordarles todo lo que han conseguido y celebrar su orgullo por el camino ya recorrido
Despedirán a los que se fueron, a los que se llevaron; pero es un saludo, un homenaje nunca un adiós.
No olvidan, arrebataron demasiadas vidas, vencieron tantas batallas con sangre derramada, aquellos que ahora brillan en lo alto, iluminando su bandera de colores.
Es una historia demasiado larga como para dejarla en el olvido, lejos de rezos y plegarias, arrodillados ante su destino, clamando piedad y con pecados a cuestas, que nos permiten avanzar.
Bailemos para recordar.
Luchan por lo que les es suyo, por lo que siempre les ha pertenecido y poco se les ha brindado.
Siguen adelante, fuertes, demostrándole al mundo,
que el amor es solo para los valientes