La condena eterna del corazón roto, la de cortar a todo aquel que lo toque, y aún advirtiéndolo ellos siguen acercándose a tratar de sostenerlo y salir magullados segundos mas tarde.
Otros consiguen soportar un poco el dolor hasta que las heridas provocadas son demasiado profundas, por lo que lo dejan caer al suelo, rompiéndolo
y rompiéndola aun más
Los cachitos esparciéndose, algunos perdiéndose, y ella junto a estos siendo cada día mas incompleto e irreconstruible
Pero nadie hace el esfuerzo por curarla porque a ella también le duele, pero se acostumbra
Cicatriza,
pero sigue doliendo.
La condena eterna del corazón roto, cuanto más se rompe menos queda de ella