Revive el increíble título de Nintendo 64 en la literatura.
The Legend of Zelda y todos sus personajes le pertenecen a Nintendo.
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Link apuñaló a Barinade acabando en ese instante con la vida de la criatura. El cuerpo viscoso del animal se retorció al igual que sus tentáculos. Del cuerpo de la criatura comenzaron a salir granos extraños que estallaron reduciendo a Barinade a cenizas llenas de sangre de color verde. Claro, Link quedó bañado en ella.
"¡Bien!"
Celebró Navi al ver que el joven había tenido éxito eliminando al monstruo. Esa anémona extraña debía ser la causante del extraño comportamiento de Jabu-Jabu, y al haber sido derrotada las cosas deberían volver a la normalidad.
La princesa Ruto se acercó al joven y haciendo un movimiento con sus aletas hizo que toda la sangre que lo cubría fuera a parar a otro lado. Link la miró y le dedicó una sonrisa con cara de bobo, cosa que enterneció a la princesa de los Zoras.
"Has sido muy valiente, joven guerrero"
"Gracias, usted también... de no ser por ti yo no la habría contado"
"Ji, ji..."
"Ven, debemos salir de aquí"
"Claro pero antes..."
La princesa se puso a buscar entre los restos de la criatura hasta que encontró entre la sangre tres gemas de color azul unidas por oro puro. Era la Piedra espiritual del Agua.
"Esa es..."
"El Zafiro Zora, la joya de mi madre... ella me dijo que la protegiera de todo... pero hoy la perdí, como la inútil que soy"
"¿Inútil? ¿Por qué? Fuiste muy valiente"
"La verdad es que no... Jabu-Jabu no fue quien me comió en primer lugar... Yo fui la que se escondió en su interior..."
"¿Qué? ¿Por qué?"
"Por que mi padre salió con la idea que debía casarme... ¡Siempre es lo mismo! ¡Querida hija haz esto, querida hija has esto otro...! ¡Nunca me deja en paz! Yo..."
La princesa comenzó a lagrimear luego de decir eso último.
"...Yo tengo mis propios sentimientos... no soy su marioneta..."
"Debe ser difícil ser princesa... pero la verdad te tengo envidia en una sola cosa"
"¿Qué?"
"Que al menos tú si tienes padre... yo perdí al mío hace unos días..."
"Oh... Lo siento, no quise..."
"No importa... lo único que tienes que saber es que tu padre siempre va a sonar como un mandón, pero no lo hace por que quiera controlarte... lo hace por que te ama y se preocupa por ti... Si, no está bien que decida con quien debes casarte, pero no debes odiarlo por eso... él te quiere y siempre lo hará..."
"Joven guerrero... no, Link... Eres un hombre increíble y en el poco tiempo que te conozco me has enseñado mucho de la vida, tú y tu amiga..."
"No hay de que, princesita"
"Navi..."
"¿Qué?"
"¡Ash! Olvídalo, vamos... salgamos de aquí"
"Tengo la manera más rápida de salir"
<<[O]>>
Todo estaba completamente tranquilo en la Fuente Zora. Las aguas del lago estaban calmadas y las gaviotas revoloteaban en los cielos mientras en las orillas del lago unos Zoras descansaban tranquilamente. De pronto, del interior del lago una figura comenzó a emerger, era Jabu-Jabu quien asomó su cabeza y escupió a Link, Navi y Ruto.
La fuerza del cetáceo mandó a volar a los tres a las orillas del lago, donde aterrizaron en el borde de las playas naturales. Link, algo mareado se levantó al igual que la joven princesa. Navi se sacudió la arena que tenía en el cuerpo para luego aletear rápidamente sus alas y empezar a volar.
Habían tenido éxito. Salvaron a la princesa de los Zoras, ayudaron a Jabu-Jabu y el rey les iba a dar de recompensa la Piedra Espiritual del Agua. Ruto entonces observó a Link con una extraña mirada en el rostro, como de cariño, extremo cariño.
"Tú... fuiste muy valiente ahí adentro... me has impresionado"
"¿Princesa?"
"Estoy acostumbrada a que todos los Zoras hombres son unos idiotas, y la verdad es que conocerte a ti fue una bendición de las Diosas..."
"Gracias... supongo"
"En fin, me has salvado así que te daré una recompensa... Dime ¿Qué deseas?"
"La única recompensa que deseo es la Piedra Espiritual del Agua"
"¿Te refieres al Zafiro Zora? Mi madre me la dio y me dijo que se la diera al hombre con quien me casara... Es como un anillo de compromiso Hyliano... ¡Muy bien! Te daré mi más preciada posesión"
Ruto alzó sus brazos y de ellos salió una luz azul que luego desapareció, revelando en el interior la tercera Piedra Espiritual, el Zafiro Zora.
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"Y por favor, no le digas a mi padre"
"No le diré..."
"Bien.. Cuando termines tu aventura, ven a visitarme"
"Lo haré, nos veremos de nuevo princesa"
"Por favor, dime Ruto"
Dijo la joven Zora para luego irse nadando hasta la orilla y acto seguido correr al interior de los Dominios Zora. El joven héroe la observó irse mientras tenía en su mano la Piedra Espiritual, ya tenía las tres. Navi entonces le habló.
"Link, lo hemos logrado..."
"Si, por fin tenemos todas las Piedras Espirituales... ¡Debemos volver con Zelda!"
"Andando"
<<[O]>>
Y así lo hicieron, tomaron el camino más rápido hacia el Castillo de Hyrule, dejarse llevar por la corriente del Río Zora. Esto los dejaría en el centro de las Llanuras de Hyrule, cerca de la ciudadela.
El paseo fue agradable, sin monstruos que los molestaran, sin personas, solo Link y Navi en un bote que los Zoras le dieron de agradecimiento por salvar a la princesa. Recorrieron por un largo rato las agradables corrientes del río Zora hasta que llegaron por fin a la enorme llanura del reino. Pronto comenzó a anochecer y el sueño dominó al joven, pero gracias a que sumergió su cabeza en el agua pudo permanecer despierto.
Pasado un rato, por fin bajaron de la barca para comenzar a recorrer los pastizales. Link estaba ansioso por ver a la princesa nuevamente y la verdad era que el joven se había enamorado de ella. Sus pensamientos eran de felicidad al final fueron interrumpidos, ya que en horizonte vio algo que horrorizó tanto a la hada como a él.
La ciudadela de Hyrule y el castillo estaban ardiendo.
"No..."
Dijo Link y comenzó a correr hacia el lugar, viendo como de los muros de la ciudad escapaban personas intentando sobrevivir.
