XIX. Caer bajo.

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¡Capítulo en celebración de los 5K de visitas!

Posdata; Espero que este capitulo no las confunda. 




Las manos me temblaban por el nerviosismo. Supongo que esta era la señal que tanto buscaba para de una vez por todas detener esto. Mis manos seguían pegadas al volante del coche, había aparcado hace cinco minutos frente a la casa y aún no me atrevía a salir. Me observo en el espejo retrovisor, como si quisiera que mi reflejo me diera una bofetada para despertar de este mal sueño, pero no sucede. 

Inhalo lentamente y exhalo de golpe. Cada minuto que pasaba era uno menos para ver de frente a Tom, y no era el hecho de verlo el que me afectaba, sino que sabía que debía terminar lo que tenía con él, por su bien, por el mío, por el de todos. Y eso me mataba, sinceramente me dolía. Pero tenía que hacerlo. De una vez por todas. 

¿Pero por qué él? 

Una vez que pude relajarme lo suficiente como para mover mi trasero del coche, pude salir. No quería entrar pero el viento me ponía la piel de gallina y no tenía muchas alternativas más. La cerradura de la puerta era en ocasiones muy ruidosa y esta vez no fue la excepción. Cerré la puerta detrás de mi y dejé las llaves en el pequeño plato al lado de la puerta. La casa estaba extrañamente muy silenciosa y eso me hacía montarme películas en la cabeza, películas que en realidad no pasaban. 

 —Hey —La voz de Harrison casi me hace saltar al techo del susto. Llevo mi mano derecha al pecho en un intento por controlar mi respiración, busco con la vista su rostro que muy apenas y se nota en la oscuridad de la sala. 

—Me asustas —Él solamente se ríe, me relajo finalmente y aunque en un principio quería evitar un poco hablar con él, aunque técnicamente sería imposible pues vivimos aquí, decidí sentarme a su lado. Una parte de mi necesitaba algo de apoyo, irónicamente, yo sola me metí en esta mierda. 

—Perdón preciosa —Abrazo su torso al mismo tiempo que él me abraza —¿Cómo te fue con Nadia? ¿Ya se arreglaron? 

—Si, podría decir que si —Respondo. 

—¿Y de que hablaron? —Suspiro, realmente no quiero hablar de esto. No de Nadia, sino de lo que vino después. Aunque obviamente no se lo diré, mi mente no deja de pensar en eso, y lo que menos quiero justo ahora es seguir pensando en eso, una y otra vez. 

—Cosas de chicas pero no te preocupes, estamos bien de nuevo y la veremos en mi cumpleaños —Su mano se desliza de arriba abajo por mi brazo, acto que me brinda calor y me relaja. 

—Genial entonces —Elevo mi vista buscando la suya, la cual no tarda mucho en chocar con la mía mientras una pequeña sonrisa ladina se posa en su rostro, lo imito solamente para acercarme a él y chocar mis labios en mejilla. 

—¿Qué estás haciendo? —Pregunto girando a ver su computador con un documento abierto. 

—Ya nos han enviado otra parte del guion y quería darle una revisada, se ve bueno —Mis cejas se elevan con un poco de sorpresa, no sabía que nos mandarían más partes del guion tan pronto. 

—¿Por qué rayos nadie me avisa? —Me río, finalmente apartándome de su cuerpo para acercarme al computador sobre la mesa de centro. 

—Si avisan, pero eres muy despistada mi amor —Suelto una risilla porque tiene mucha razón. Suspiro mirando algunos textos que sinceramente no leo con atención. Sencillamente porque de mi mente no sale todo el drama que me monto mentalmente. 

Who Owns My Heart △ (TOM HOLLAND, HARRISON OSTERFIELD) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora