XV. ¿Segura?

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Fin de semana por fin, eso solo significa dos cosas, descansar y también salir de fiesta. Que es justo lo que haremos hoy, sábado. Con Tom a miles de kilómetros de distancia en otro continente me hace sentir "tranquila" pues no tendré que preocuparme por estar con Harrison libremente, aunque odio admitir que si lo extraño demasiado. 

Al principio Nadia y yo suponíamos que Harrison no querría salir de fiesta pero nos sorprendió cuando accedió con mucha facilidad. Así que aquí estamos, Nadia y yo semi desnudas probándonos nuestros vestidos.

—¿Qué opinas de este? —Me giro a ver a Nadia que se sobrepone el vestido, uno de color rojo quemado suelto y que en definitiva, no va para la ocasión. 

—¿Es enserio? Iremos a una discoteca, no a la playa —Lo lanza a la cama y regresa a ver los demás. —¿Qué opinas de este?

—Mmmm —Sostengo el que he elegido encima de mi, ella piensa. —Me gusta, pero queda más para ir a un funeral. 

—Ash... —Lo lanzo a la cama. Ella saca otro. 

—¿Qué tal este? —Levanto las cejas. Es la representación del puti vestido que todas queremos. Chisto. 

—Me agrada, además, te lo puede quitar fácilmente —Sus cejas se juntan. —¡Ay! No me digas que no planeas tener sexo con Nick. 

—Ni siquiera lo había pensado... —Tomo otro vestido. 

—Nadia, por dios, llevan saliendo varias semanas, sigo sin creer que aún no lo hayan hecho —Me sobrepongo otro vestido, ella me analiza. 

—Si, ese me gusta —Es un vestido ligero bastante corto color negro, tiene un escote que llega unos cinco dedos más abajo de los pechos. Supongo este es el elegido. —Y no, perdón si no soy como cierta persona que el sexo es el pan de cada día. 

—Nadia, el sexo te rejuvenece... —Ella me mira raro. —...Bueno no, pero lo necesitas, estás demasiado gruñona siempre. 

—Bien, está bien, hoy será el día —Deja en el perchero el vestido que ella usará. —Iré a depilarme las piernas, no tardo. 

Me río. Ella entra a su baño mientras que yo dejo mi vestido junto al suyo y me dedico a guardar los demás que hemos sacado de su armario. Los que he traído yo también los acomodo. Me coloco una camisa grande y me siento frente al peinador, mi cabello ya se está secando por lo que comienzo a maquillarme. 

Algunos minutos más tarde Nadia sale lista con las piernas depiladas según ella y yo termino de maquillar mis párpados con un suave smokey eye, pestañas rizadas y selladas con mascara y dejo el lápiz labial para el final. Nos concentramos en terminar de arreglarnos, ahora nos está comiendo el tiempo pues supuestamente, Harrison pasará por nosotras en algunos minutos. 

—¿Me ayudas? —Dice Nadia dándome la espalda y haciendo su cabello a un lado, necesito subir el pequeño cierre en la parte baja de su espalda. 

—Si... —Lo subo y estamos listas. 

Un par de fotos después el sonido del claxon se escucha y es señal de que ya debemos bajar. Ya ha oscurecido así que Nadia se encarga de dejar la luz de afuera prendida. Yo salgo y mi chico ya se encuentra ahí, su cara es digna de una fotografía. 

—Estás bellísima —Besa mis labios, me sonrojo. 

—Gracias, tu te ves muy guapo —Tomo su mano. Me abre la puerta del coche y yo entro, segundos más tarde Nadia se acerca y Hazz rodea el coche para subirse a mi lado. 

El plan era más que nada bailar, embriagarnos y con mucha suerte, terminar en la cama teniendo sexo, si, hay que ser realistas. Al menos ese es mi plan. Harrison conduce a en dirección a la discoteca donde vamos a divertirnos, pero antes hacemos un breve desvío para recoger a Nick quien vive relativamente cerca del lugar. En cuanto llegamos por él y sube al auto, no deja de decirle cosas a Nadia por el vestido. 

Who Owns My Heart △ (TOM HOLLAND, HARRISON OSTERFIELD) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora