Al día siguiente a la hora del receso fui a la cantina escolar para comprar mi desayuno, había una cola bestial; me dispuse a hacerla. En eso sentí una mano grande posándose en mi hombro, me asusté, era seguro, un amigo del aula.
- Booo!!
Me había asustado, pero al voltear y ver su rostro me tranquilicé en seguida.
- Te asusté? - preguntó Niall de manera burlona.
- Claro que sí!! Me quieres matar del susto acaso?
- Jajajajajaja. Bueno, hasta que al fin nos presentamos en persona. Soy Niall Horan - dicho eso estiró la mano para saludar.
- Que idiota eres Sr. Horan, un placer, yo soy _______ Rodríguez - ambos rompimos en risas, su risa era tan tierna, tan él.
- Y tus amigos? - preguntó con interés.
- Pues no me acompañaron, están atrasados con algunos deberes y aprovechan para ponerse al día - respondí a su curiosa pregunta.
- Ah, ok. Vas a comprar?
- No, solo quiero desperdiciar mi tiempo haciendo la cola más larga del mundo - respondí, de nuevo con mi sarcasmo.
- Jajajajajajajajajajaja - rompió en risa, luego, se calmó - Ven, dame el dinero y te compro.
- No, no quiero ser como tus amigos, que se saltan la cola solo por ser mayores - le respondí con un tono un tanto molesto.
- Ay no seas boba, ven, te compro - insistió dulcemente.
- Que no, ya dije.
- Bueno, está bien, pero espérame acá - dicho eso no me dio ni tiempo para responderle, se marchó enseguida.
Al momento regresó y no con las manos vacías. Tenía un par de pastelitos de jamón y un par de jugos de durazno, justo lo que yo pediría, además de un chocolate. Se acercó a mí.
- Listo, acá tienes tu desayuno, un pastelito de jamón y un jugo de durazno. Sal de la cola - dijo él, ofreciéndome lo que sería mi desayuno.
- Eso no se vale! Hiciste trampa - hice un puchero - Aun que, por lo menos es exactamente lo que yo iba a pedir.
- Ves! Tenemos gustos parecidos.
- Cuanto fue? Para pagarte - le dije.
- No, nada de eso! Yo te lo brindo.
- O me dices cuanto fue o me quedo acá a comprar mi comida y tu te quedas con eso de más - le dije mientras vi como de nuevo entró en risa.
- Créeme que no me importaría comerme tu comida - rió un poco más - No, pero en serio, te diré cuanto fue pero no me lo pagues, me pagas con tu presencia -dijo ruborizándose - fueron 17 bs. (Ok, pónganle ustedes el precio con su moneda nacional)
- Contando el chocolate? - pregunté divertida.
- No, ese te lo doy yo, porque yo quiero - dijo él, entregándomelo finalmente.
- Bueno, pero alguna vez me dejarás pagártelo, ok?
- Ok, está bien. Ahora vamos a comer - concluyó mientras caminábamos a comer.
En el camino pasamos frente a su grupo de amistades, le hicieron señas para que fuera con ellos, pero obvio, sin mí. Esto era muy bonito para ser verdad.
El me miró con una mirada burlona hacia ellos, es decir, se burló de ellos. Les hizo una seña de 'no' con la mano, mas bien, ahora no, después.
- No, tranquilo, quédate. Yo subo sola, no necesito a nadie - le dije, mientras lo miraba a los ojos.
- No, subiré contigo - dijo él.
Yo lo volví a ver con una mirada dulce, mientras atravesábamos el patio observé las caras de sorpresas de sus amigos, de las mías y de todos, hasta las del grupito que muere por él, solo que sus caras eran más de odio hacia mí que de sorpresa. Subimos a los más arriba del patio, se podía ver todo, de hecho, mis amigas se sientan un poco más abajo, por eso yo había elegido ese sitio. Nos sentamos y él me miró.
- Pensabas que te dejaría, verdad? - me preguntó el, bastante divertido.
- No, sabía que te quedarías conmigo - intenté dirigirle una mirada fuerte, pero él me miró con sus ojos azules con una mirada bastante retadora. No le vi sentido mentirle a esos ojos - Esta bien, si, pesé que me dejarías.
- Nunca te dejaría, tranquila - dijo él, mientras me miraba con sus hermosos ojos.
- Sí, sí, bueno. Ahora me pasas la comida?
- Uy! Creo que _______ tiene hambre - estalló, de nuevo, en risas - ten.
- Gracias, querido Niall - dije con un poco de sarcasmo - por lo que puedo ver, tu también tienes hambre, así que déjame en paz.
- Pero no te molestes, a mi me gustan las chicas con apetito, así como yo - dicho esto sentí mis cachetes hirviendo - ves! A ti también te gusta! Te pusiste roja.
- Niall, me dejas comer, si? Si no, me como tu comida y no tendrás nada que comer - ambos reímos por un buen rato.
Hablamos todo el receso hasta que sonó el timbre, él me dejó en mi formación y él se fue con sus amigos, no volteé a ver, porque sería muy obvio, pero mis amigas sí. Me dijeron que le hicieron un gesto a él de "Al fin". Cuando llegamos al salón, mis amigas me agobiaron de preguntas de cómo fue que pasó eso, y de que sentí. A todas les respondí la verdad, pero la última pregunta solo se la respondí a Mía, le dije que había sentido una química entre nosotros dos.
Entre explicaciones y explicaciones sonó el timbre de la salida, subí al patio a esperar a que me buscara el transporte. Pero veo que alguien me atajó antes.
- A dónde vas? - preguntó Niall.
- Pues a mi casa, supongo.
- Sí, pero quería despedirme antes - se acercó y me tomó una mano.
- Jajajajaja, suéltame - juguetonamente solté mi mano.
- Que tal si hablamos mañana? Veo que tu transporte ya llegó - dijo él mientras acertaba en su predicción, mi transporte había llegado. Le hice señas de "ya va" a la transportista.
- Supongo que sí, chao Niall.
- Nos vemos.
Me despedí de él y me fui. Pasé la tarde hablando por teléfono con Mía, y respondiendo uno que otro mensaje de Niall. En la noche recibí un mensaje de él, me deseó buenas noches, yo hice lo mismo.
Tardé 2 horas en conciliar el sueño, solo pensaba en él y en lo que había sucedido ese día. Cuando al fin dormí, soñé con él.
Flashback del sueño
Llegamos al colegio en su auto, llegamos juntos agarrados de la mano, todos nos veían con cara de asombro. Y a mitad del patio el me giró hacia él y me dio un beso frente todos. Se quedaron asombrados.
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Gracias al destino (niall y tu)
أدب المراهقين_____ Rodríguez llevaba una vida normal para una adolescente, a sus 15 años su vida marchaba bien, no tenía nada de que quejarse. Pronto, como la luz del sol, su vida cambió. Encontró al amor de su vida y se vio sumida en un tiempo de perfección. Pe...