5

206 24 2
                                    


Tras su encuentro con el resto del grupo y una que otra conversación, Narumi decidió ir por algo de tomar no sin antes de preguntarle a Kya si también se le ofrecía algo.

—Lo que pidas tú.— Contestó ésta dándole algo de dinero que fue rechazado por la contraria, ya que se había ofrecido en invitar aquella ronda. Como pudo, Narumi pasó entre las personas que bailaban al ritmo de la música hasta llegar a la barra donde el par de ojos dorados la había estado observando y para suerte de éste, se dejó caer en la impoluta superficie. Ah, cómo disfrutaba (descaradamente a expensas de esta) la vista que la castaña le estaba proporcionando.

—Dos mojitos por favor.— Pidió amable al barman más cercano a ella. 

En tanto el chico la escuchó se sorprendió por su acento natural cuestionándose si era o no una extranjera. Supo que esa era su oportunidad de entablar una conversación con la atractiva desconocida, por lo que no perdió más tiempo y antes de que pudiera pagar por las bebidas no sin antes enseñar su identificación donde indicaba que tenía más de 20 años y podía consumir alcohol sin problemas (ya que a ojos del hombre tras la barra, no parecía tener más de 19 años) el chico habló interrumpiendo. —No te preocupes, yo invito.

—Oh, no, no. No es necesario, muchas gracias.

—Insisto. Kuroo Tetsurō.— Se presentó.

—Sakuraba Narumi. Mucho gusto, Kuroo-san.— La formalidad de la (ahora no desconocida) castaña le causó gracia.

—Llámame Tetsurō, no hace falta que seas tan formal.

—Pues gracias, Tetsurō-kun.— Agradeció haciendo una pequeña reverencia al chico frente a ella.

—No hay de qué, Narumi-chan.— Sonrió coqueto. —Este de aquí es Bo...

—¡Kōtarō!— Gritó el semi albino quien había escuchando la pequeña conversación. Si al azabache lo iba a llamar por su nombre, él también quería.

—Mucho gusto, Kōtarō-kun... De nuevo gracias por las bebidas, no era necesario. Ya debo volver con mi amiga o se preocupará. —Y así salió con dificultad hasta su mesa ahora bajo dos pares de ojos dorados.

—¿Era japonesa?— Preguntó confundido el mayor en edad (no mental) y Kuroo se golpeó mentalmente por no haberla retenido un poco más para preguntarle eso y mucho menos haber pedido su número.


—Pensé que habías huido.— Molestó su amiga. —¿Por qué demoraste tanto, había mucha gente?

—Un chico me retuvo...— Confesó como si nada.

—¿Acabamos de llegar y ya ligaste con un chico?

—Bueno, eran dos.

—¡¿LIGASTE CON DOS CHICOS?!

—No, tonta.— Rió ante las conclusiones apresuradas de su amiga. —Primero me habló el de pelo negro y peinado extraño, insistió en pagar las bebidas. Luego me presentó a uno un poco más alto de cabellos blancos con raíces negras y en punta... No sé que clase de peluqueros tengan aquí, pero quiero probar un peinado así de extraño también.— Dijo divertida desviándose un poco del tema.

—¿Y?

—¿Y qué?

—¿Eran guapos? ¿Te dieron sus números? ¿De dónde son?

—Ah... No recuerdo, apenas podía ver.— Dijo neutra mientras bebía de su vaso. —Supongo que son japoneses.

—¿Supones?

EDITANDO // Del otro lado del mundo [Bokuto Kotaro x OC] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora