Tell Me With a Song [20 stories, 20 songs]

𝑳𝒆𝒕'𝒔 𝑭𝒂𝒍𝒍 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒇𝒐𝒓 𝒕𝒉𝒆 𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕 (𝟏𝟗𝟔𝟒)

POV Gabriel

« Soledad » Una palabra que todos la asumen y caracterizan con tristeza y desamparo, pero que solo significa tranquilidad para mí, y eso es justo lo que necesitaba en este momento.

El contacto físico con otras personas no es mi principal adoración; un abrazo, algo tan común para el resto del mundo, para mí, una guerra interna contra mi zona de confort y ansiedad.

Siempre me he considerado un « reservado introvertido » por no categorizarme como antisocial; prefiero estar en mi atelier diseñando mientras el sonido de la lluvia afuera es la pura inspiración, sumergiéndome al contenido de mi mente soñadora, antes que asistir a algún evento social donde por obligación moral tendré que entablar conversaciones con desconocidos sin importancia en lo absoluto para mí.

Sí, así soy y lo disfruto bastante... Aunque, hay veces -pocas en realidad- donde el atelier se vuelve mas grande de lo normal y el sonido de la lluvia es tan abrumador que mi mente no deja de pensar en lo molesto que son las gotas estrellándose contra el ventanal; en esos momento, es cuando mi espacio amado de soledad se convierte en una tortura anhelando por compañía. Pero, cuando todo esta mal siempre hay un mechón rojo con una taza de té negro para calmar mi ansiedad.

Nathalie.

Nathalie es mucho mas que una asistente y me encantaría demostrárselo ante sus ojos. Con toda honestidad puedo decir que es la única amiga sincera que tengo, y para mí es suficiente.

Desde que tengo memoria ella a estado a mi lado apoyándome en cuanto me proponga, estaba cuando nadie mas creyó en mí como diseñador prometedor arriesgando su futuro como mi asistente personal sin tener aun un sueldo, fue la primera en ver mi primera colección y la primera en consolarme tras mi primer hundimiento. Estuvo cuando me casé con Emilie siendo dama de honor escogida personalmente por la novia y la primera en cargar a Adrien después de nosotros. Aun arriesgando su vida estuvo a mi lado en mis acciones de villanía usando un miraculous roto, restándole vida y energía con cada día que pasaba. Incluso, a pesar de todo, estuvo el día en el decidí rendirme para siempre.

Un grotesco griterío me saco de mis pensamientos devolviéndome a la realidad en la que estaba. La gala de cierre de la semana de la moda de Paris estaba arrasando con todos los escenarios posibles; podía observan como la gente estaba bailando posterior a la elegante cena, unas horas después y el alcohol ya estaba haciendo efecto en algunos invitados.

Obligadamente mi asistencia debía de estar presente a esta innecesaria velada por el simple hecho de ser uno de los diseñadores promotores de este evento, algo del cual no pude zafarme aunque se lo pidiera a Nathalie.

El olor a cigarrillo y el sudor mezclado con las bebidas alcohólicas me habían superado en todas mis barreras aumentando mi ansiedad en busca de una puerta o incluso ventana para salir de aquel sofocante lugar. Cuando por fin lo encontré y llegue a este balcón apartado de la multitud la paz renació de lo mas profundo de su escondite para calmar mi cuerpo a la vez que mi ritmo cardiaco volvía a la normalidad. La luna junto con las luces amarillas daban el estilo bohemio que tanto adoraba facilitando -en conjunto con mi respiración- que la tensión sostenida por días se liberará instantáneamente.

- Sabes que podemos irnos cuando quieras - antes que hablara ya sabia quien estaba a mis espaldas con solo reconocer ese olor a lavanda tan conocido - ¿Estas bien?

- Sí, solo necesitaba un poco de aire - al girar sobre mis talones la imagen de Nathalie fue totalmente exquisita.

Todo apuntaba a que ella seria una diosa el día de hoy, no solo por haberle diseñado exclusivamente un vestido Gabriel's para la ocasión, si no por el simple hecho de que ella era Nathalie, una hermosa mujer llena de cariño para entregar, o bueno, eso veía yo