Tell Me With a Song [20 stories, 20 songs]

𝑻𝒖𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈 𝑻𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔

-Estoy bien, de verdad.
-¿Segura? - la miró aún dudando -Sabes que no me molesta cargarte a tu habitación si lo necesitas.
-Enserio Gabriel, estoy bien - aceptó su mano para ponerse de pie -Solo fue un mareo de siempre, ya estoy acostumbrada.
-No deberías - Gabriel bajo la mirada pero de inmediato sintió como era subida por los dedos de Nathalie.
-Ya hablamos de esto, fue mi decisión, sabía las consecuencias.
-Déjame ayudarte, ¿por favor? - delicadamente posó su mano tras la espalda de Nathalie preparando su accionar -Me sentiría mas tranquilo sabiendo que llegaste a tu habitación sin desmoronarte a medio camino
-Si eso te tranquiliza, adelante - no dudo dos veces para agarrarla de las corvas de sus piernas y levantarlas, su otra mano sosteniendo su espalda mientras sentía como las suaves manos de Nathalie se enroscaban en su cuello.

Una vez que conecto el monitor de signos vitales a Nathalie -a reprimendas de ella- junto con su celular y tableta por cualquier cosa, y con la exigencia de utilizarlos solo en casos de emergencia vital y entretención, cerró la puerta mientras la sonrisa de Nathalie se iba desapareciendo por completo de su campo visual; recién ahí, apoyando su cuerpo contra la puerta pudo soltar el suspiro que llevaba reteniendo desde que la encontró en el suelo arrodillada sosteniendo su cabeza.

Había pasado un año desde que el miraculous del pavo real fue reparado, dos meses desde que dejo de ocupar el exoesqueleto, y solo una semana en donde los síntomas volvieron nuevamente. Todavía recuerda el día en que vio como su asistente expulsaba sangre con cada tos mas y mas agresiva, el miedo que alguna vez vivencio después del "Día de los Héroes" resurgió con mas poder, idénticas sensaciones de pánico y pavor, aterrado de pensar en  que la posibilidad de perder a Nathalie había regresado.

Abatido por un fuerte dolor en el pecho bajo las grandes escalinatas de la mansión rumbo a su atelier; jamás había pensado lo largas que eran -"Si Nathalie llegase a tener un colapso en su habitación no llegaría a tiempo" - pensó

-...55, 56 y 57.

57 escalones mas 16 metros (8 mtrs. desde la puerta de su atelier hasta el primer escalón y 8 mtrs. desde el último escalón hacia la puerta de Nathalie). Gabriel sabia muy bien que la diferencia entre un colapso y la muerte eran segundos, segundos vitales que no se pueden perder, ni por un tropiezo ni por un calambre, segundos que son suficientes para salvarla.

-Demasiado escalones.

Unos sofás al costado del gran vestíbulo se vieron bastantes cómodos para que Gabriel dirigiera su cuerpo entero a sentarse y pensar. Al momento que su espalda toca el acolchado sillón sintió como se relajaban sus músculos, estaba tenso, tenía demasiado estrés acumulado, sentimientos reprimidos con la única intención de no preocupar a nadie, él debía preocuparse por lo demás, no los demás de él; él es hombre de la casa, debe cuidar de su familia o todo se iba a la mier...

-¿Padre?

Levantó su vista para ver el semblante preocupado de su primogénito observándolo desde el barandal de un escalón. Sus miradas conectaron pero rápidamente Gabriel la desvió; odiaba tener que hacer contacto visual, era una táctica que aprendió con el tiempo, no desmoronarse si no hay a quien ver.

-Llegas temprano Adrien.
-La maestra Bustier tuvo que retirarse de emergencia y nos dejaron ir mas temprano - devolviéndose por su recorrido el modelo llego al sillón opuesto al de su padre -¿Esta todo bien? ¿Y Nathalie? No la he visto desde la mañana - intento encontrarla con su vista pero mirase donde mirase no la veía.
-Descansando, no se sentía muy bien hoy - por inercia sus manos se juntaron delante de él -Estará bien.
-No me sigas mintiendo - los verdes orbes de Adrien conectaron con los grisáceos azules de Gabriel -Volvieron sus síntomas de hace un año ¿cierto?.
-No es algo grave, todo se solucionará - aun con su semblante deprimido observo como sus pulgares jugaban entre sí.
-¿Y tú cómo estas? - rara vez le hacían esta pregunta que inocentemente Gabriel miro a su hijo sorprendido -La última vez tuviste que cargar solo con su condición, debió ser bastante estresante, y no creo que esta vez sea diferente.