Tell Me With a Song [20 stories, 20 songs]

𝑭𝒊𝒓𝒆𝒇𝒍𝒊𝒆𝒔

Nada es lo que parece

La verdad es que Adrien sabia a la perfección aquella frase. Su padre siempre le decía que entre él y Nathalie no sucedía mas que la relación profesional y amistosa que tenían, sin embargo, él sabia que se habían acercado mas de lo habitual. Con el transcurso de los días sus sospechas se fueron confirmando, al igual que el terrible destino de su madre recayendo ahora en Nathalie.

Primero empezó con una tos, según Nathalie un resfriado de primavera, pero el modelo conocía tan bien a su tutora que estaba 100% seguro que estaba mintiendo. Con la tos vinieron los mareos, unos cuantos desequilibrios en la escalera o al levantarse de cualquier lugar que, con el tiempo, se convirtieron en un principal factor de peligro y accidente. La preocupación de Adrien hasta ese punto estaba en una guerra interna dando pasos en falso como un vaivén entre el abismo y la tierra; quería ayudar a Nathalie, después de todo, era su única referente de madre tras la enfermedad que termino con la vida de Emilie, pero, al mismo tiempo Nathalie se esforzaba por ocultárselo, no cooperaba para que la tranquilidad del rubio se apaciguara, negándose a ser ayudada o escoltada por él. Sin embargo todo, aunque no este planeado, tiene su fin.

Podría esconder la tos con una excusa barata, los mareos eran fáciles de disimular; pero la sangre no. Todo se fue cuesta abajo cuando tanto Adrien como Gabriel presenciaron uno de los mayores miedos de ambos hombres: Nathalie inconsciente. La azabache estaba trabajando como cualquier otro día cuando un mareo de costumbre hizo que se detuviera de sus quehaceres, Gabriel noto como el sonido del teclado paro y de inmediato levanto su vista.

- ¿Todo bien Nathalie? - preguntó temiendo por la negación de la mujer.

- Sí... solo un mareo - Nathalie por instinto empezó a masajearse el puente de la nariz intentando disminuir su fuerte dolor de cabeza, pero al no ver resultados el dolor empeoró - Iré por un vaso de agua - con el debido cuidado de no levantarse de golpe Nathalie camino a paso lento hasta el pomo de la puerta, pero algo la detuvo.

El aire estaba realmente pesado, como si algún efecto químico estuviera condensando el oxigeno evitando que entrara a su cuerpo. El dolor de cabeza punzante se convirtió rápidamente en un palpitar constante que se incrementaba inversamente a la disminución de aire; como consecuencia pudo notar como el pomo de la puerta mágicamente se multiplico en tres perillas, alertando a la ejecutiva que algo no andaba bien. Su miedo fue mayor al sentir como un liquido tibio cubría parte de la comisura de su labio superior descendiendo hasta la union de ambos pliegues, temerosa saboreo un poco para corroborar que efectivamente era sangre. Una de sus manos fue a parar hacia el orificio de su nariz para luego observar como se teñían de rojo aquellos dedos mas pálidos de lo normal. Un nuevo mareo, mas intenso que los demás estremeció todo el cuerpo de Nathalie que por inercia tuvo que sujetarse de su escritorio para evitar el posible final.

- ¿Qué sucede? - algo dentro de Gabriel no se sentía bien, Nathalie se había quedado quieta por varios segundos frente a la gran puerta de su atelier, le hablo pero no tuvo respuesta.

Todo daba vueltas, las luces de la habitación estaban molestando bastante a la azabache y empeorando su intenso dolor. Sus pies comenzaron a temblar y sus brazos iban perdiendo la fuerza del apoyo sobre el escritorio; desde ese momento Nathalie supo que necesitaba ayuda. Intento articular alguna palabra pero la voz no le salía, el pánico aumento exponencialmente cuando no encontró mas aire que inhalar, sintió como el sudor en su frente era tan helado como un baño de agua fría, sus piernas en cualquier momento le fallaban en conjunto con sus brazos. Necesitaba gritar, pedir ayuda, hablar con Gabriel. La idea de morir fue el ultimátum a la desesperación y angustia. Usando toda la energía que le quedaba respiro el poco oxigeno que había a su alrededor.