The Power of the Red Queen

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Pov. Antoniette

El día del viaje llego y realmente quería viajar pues iría con mi novio y mis amigos.

–Brindemos por la mujer más maravillosa e increíble del mundo-dice travis alzando su copa-Mi madre - dice, el y su amigo se hecha a reír mientras yo solo ignoro su comentario.
–solo bromeaba cariño. Me refiero a mi amada Antoniette que un unos minutos va a cumplir 25 años.

–Me haces sentir vieja.

Travis se levanta de su asiento con su copa en mano.

–Hoy es cumpleaños de mi amada Antoniette y pido que me acompañen a decearle un feliz cumpleaños.

El comienza a cantar junto a los demás.
Luego de un rato llega un mesero con mi botella favorita y pensé "que lindo de su parte"

–Mi botella favorita tras, te acordaste-lo abrazo y le doy un beso en la mejilla.
–Perdón, de verdad. Pero yo no la he pedido tal vez fue cortesía del lugar, pero no importa, Brindemos.

Pov. Majorie

Llegando al aeropuerto de sicilia bajo para ir a un coche que me lleve a casa. En el transcurso del camino la veo. Veo que otra vez está ella ahí, frente a mi coche mirandome, pero el asunto sigue su camino. Esto parece una locura.
Han pasado cinco años años, cinco largos años desde como dijo el doctor "un milagro". La muerte y la resurrección, durante los cuales veía el recuerdo de una mujer...

Pov. Antoniette

–Ahora vengo, tengo que ir al baño - me levanto y camino por un pasillo poco alumbrado y solitario. Al parecer este no es el camino al baño así que decido ir de regreso, pero al dar la vuelta veo a una chica hermosa, es alta y pelirroja

–Estas perdida? - dice ella, yo solo sigo mi camino. Pues me pareció extraña.

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Despierto y me arreglo para ir a la piscina con mi amiga, me pongo un traje de baño color rosa.

–Donde esta charles-le pregunto a mi amiga por su novio

–El está jugando con niño pequeño en la piscina, por cierto ¿y travis?

–Ni idea, cuando desperté el ya no estaba, ni siquiera me atiende las llamadas

–Se supone que debería estar, es tu cumpleaños

–Lo sé, pero igual paso en los años anteriores. El dice que soy lo más importante para el, claro después de sus amigos y de él.

Llega travis y me saluda como si nada

–Hola cariño, te parece si vamos a comer?

–Donde estabas?

–No estaba muy lejos de aquí. No quise despertarte, así que aproveche el tiempo.

–claro, y te divertite?

–Fue increíble, te hubiera encantado, se veía el mar y a la vez la nieve caer.

–¡Eres un idiota! Prometiste que saldríamos juntos y lo que hiciste fue dejarme sola en mi cumpleaños!!

–Cariño no te enojes.

–Acaso te importa algo más que no seas tú? Dime algo ¿que soy para ti?

–Acaso crees que no me importas? Pase toda la mañana buscando esto-saca de su bolsillo una tarjeta de recuerdo del lugar–es para ti.

–muchas gracias mi amor-me acerco a él para besarlo - ¡Eres un imbecil!, vete a la muerda-tomo fuerzas y lo tiro a la piscina.

Tomó mis cosas y salgo de ahí, recorro todo el lugar, hasta que oscurece, trato de regresar al hotel pero no recuerdo muy bien como llegar. Los lugares por los que paso cada vez se ven más peligrosos, hombres que me ven pasar empiezan a decirme cosas y yo solo apresuró el paso hasta que me encuentro una camioneta negra muy sospechosa, intento salir de ahí pero dos hombre me detienen.

Despierto en un lugar desconocido. Es un cuarto lindo pero no recuerdo que esta fuera la habitación del hotel. Voy a la puerta para salir y esta cerrada, trato desesperadamente de abrir la puerta pero no lo logro.

Después de unas horas se escucha que alguien está detrás de la puerta abriéndola, luego de unos minutos salgo y no veo a nadie así que bajo para buscar una salida y regresar al hotel, veo que es una casa muy grande, cuando llego a la parte que parece ser la sala me quedo en shock
Veo un gran cuadro con mi rostro en medio de la sala

–Mierda-una voz muy familiar me saca de mi sueño.

–Estas perdida? - y por fin lo entiendo, es aquella chica pelirroja con la que me tope la otra noche

–Eres tu... - y antes de terminar la frase me desmayo

Cuando despierto estoy recostada en un sofá, luego ella decide hablar.

–No pensé que podrías reaccionar mal al sedante

–¿Que hago aquí? Y ¿Quién mierda eres tú? - le grito levantándome del sofá desesperadamente

–Siéntate, podrías desmayar te de nuevo

–¡Contestame!

–¡Solo siéntate!-me toma de la cintura y me empuja al sofá–¿Quieres saber por qué estas aquí o no? - volteo a otro lado sin responderle–Lo que te diré tal vez sea difícil de entender, ni siquiera yo lo creía hasta que te pude ver en el aeropuerto...