XXVIII: Sam

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n/a: lamento muchísimo la demora y este cap. también tiene PDV de Sam porque es necesario creó yo. Disfruten y voten, las amo.

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—Entonces ellos son.—más que preguntar creo que se lo afirmo a sí mismo. Y estaba en lo cierto. Mis dos hermanos mellizos jugaban divertidos y muy intensos en verdad.—Y ahí esta Michael, también. —murmura seco. Yo en realidad, no tenía idea de lo que se traían entre ellos, ¿por qué no podían llevarse bien y ya?

—Sí.—digo solamente dirigiendo mi cabeza hacia él.

—Está bien. Puedo con esto.—dice un poco nervioso por lo que entrelazo nuestras manos y lo guío hacía ellos.

—Jhon, Clark.—llamo con suavidad. Me ignoran.—¡Chicos!—grito con fuerza y Jhon suelta el balón mientras Clark queda suspendido en el aire por lo que cae al suelo.

Auch.

—¿Qué sucede contigo Sam?—pregunta adolorido, desde el suelo, Clark.

—Sucede que son unos sordos y tengo que gastar mi garganta.—ruedo mis ojos. Siempre es lo mismo y todo por estar usando esos benditos audífonos a todo volumen que me sorprende que no se hayan roto los tímpanos ya.

—No es verdad.—interviene Mike y eso me hace recordar que tengo a Niall a mi lado.

—¿Quién es el rubio, Sammy?—pregunta más dulce Jhon, como es común de él.

—Él es Niall.—presento con felicidad. Esto es importante. ¡Está conociendo a mi familia! Bueno mis hermanos, lo único que me quedan.—Mi enamorado.—confirmo mis palabras mostrando nuestras manos entre lazadas.

Clark, como el cavernícola que es, se pone en plan de ogro furioso. Típico.

—Si no vas a decir nada bueno, guardate tus palabras, Clark.—advierto antes que diga algún insulto o insolencia. Él farfulla algo y se va a seguir jugando con el balón.

—Debiste habernos dicho algo de esto cuando llamamos.—reflexiona Jhon y tiene razón pero no sabía como se lo tomarían.

—Lo sé pero ya lo estoy haciendo.—murmuro. Tengo una edad en la que ya no necesito pedir permiso para estar con alguien.—Como sea, él es mi enamorado y almorzará con nosotros.

El sonido de un balón caer con fuerza resuena en todo el pequeño patio y se trata de Clark quién sale furioso hacia la casa.

—Yo iré por él, no se preocupen.—dice Mike antes de seguirlo.

—No te preocupes. Él es así.—le dice mi hermano a Niall con mucha calma y sonrió sin pensarlo. Amaba a Jhon por ser como era y claro que a Clark también pero a veces no podía con su humor.—Pero Niall.—frunce su ceño como si recordará algo.—¿Seguro que no nos hemos visto antes?

—No lo creo, yo soy de Londres.—asegura nervioso. Lo miro compasiva, debe estar muy  inseguro con todo este asunto.

—¡Londres! Un verano Clark y yo fuimos de intercambio para allá.—recuerda sonriente mientras se enfrascan en una conversación de equipos de fútbol europeos. Hombres.

Los dejo solos y me dirijo a la cocina a preparar el almuerzo: hamburguesas caseras, mi especialidad.

—No creo que haya sido buena idea de que lo hayas traído aquí. Era un asunto familiar, que yo recuerdo.—Mike está apoyando contra la isla de la cocina viéndome cocinar. Su tono es receloso, incluso molesto. Sé que Mike es como un hermano más pero tengo suficiente con soportar el animo de Clark, no necesito más.

—Esta también es mi casa y yo puedo traer a quien yo quiera ¿de acuerdo?—se supone que mi tono debería salir un poco serio pero no tan frío como lo he hecho.—En un mes me iré a Liverpool y estaré cerca de él, así que no veo porque no...

—¿Te irás a Liverpool?—interrumpe sorprendido y yo doy la cara. Y quisiera no haberlo hecho, sus ojos están tristes y todo su rostro desencajado. —¿Por qué no me lo dijiste?

Lo he jodido.

—Pensaba hacerlo...—trato de arreglar mi metida de pata pero él se aleja.

—¿Cuándo? ¿Cuándo estés tomando el puto avión? ¡Pensé que eramos amigos!—grita enojado y tiene razón. Debí decírselo mucho antes pero simplemente he estado muy distraída.—Claro, seguro por estar con ese imbécil te has olvidado de quienes son tus amigos ¿no?—incrima y su tono cada vez es peor.

—No es así, Michael.—lo contradigo pero es inútil.

—¡Sí lo es! ¿Y sabes qué? Cuando determines bien quienes son importantes en tu vida, buscame.—toma su pequeña mochila y se dirige hacia la puerta.—Y no olvides que tienes una mejor amiga llamada Jenna, considerala a ella también, si no estás muy ocupada.—finaliza y se va.

Las palabras de Mike me dejan una sensación de culpa que es justificable. No he llamado a Jenna en días y sé que ella piensa que estoy con Niall por lo que no llamará pero si se entera que Clark está acá y no le he dicho, me matará.

La llama y a penas le digo que los mellizos están aquí, grita emocionada y promete llegar en diez minutos.

—¿Dónde está Mike? ¿Lo has visto?—me pregunta Jhon.

—Se tuvo que ir, le ha surgido algo.—miento y él lo sabe pero prefiere dejarlo ahí. Se lo agradezco porque no quiero estar triste para la comida sino Niall empezará a preguntar y no quiero hablar de ello.

Las hamburguesas están listas y servidas, me han salido deliciosas y acompañadas de la limonada puedo decir que es una hermosa comida casera.

—¡A comer chicos!—grito como lo hacía mamá y en el momento que ellos vienen, desearía tanto que mis padres estuvieran aquí.

Pero no lo están y tengo que vivir con ello.

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⏰ Última actualización: Feb 07, 2015 ⏰

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