𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍| 𝚐𝚎𝚘𝚛𝚐𝚎 𝚠.

📚D O C E📚

—No olviden que regresando de las fiestas navideñas tendremos exámenes así que por favor estudien mucho, no regalaré ni una sola calificación.

Heather terminó de guardar sus cuadernos lista para correr hasta la puerta de la universidad y esperar a George.

Ese día en especial se había esmerado mucho en la ropa que llevó a la universidad, por algún motivo quería verse bien para cuando George pasara por ella. La compañía del pelirrojo sin duda era algo nuevo para la chica, por lo general después de la universidad se dirigía al bar familiar donde ella era mesera por las noches.

Sin duda era el mejor trabajo que ella pudo encontrar, al ser un bar familiar, sólo se encontraba con parejas jóvenes queriendo pasar un tiempo a solas en un lugar económico, y había un límite de alcohol así que no había problema con los borrachos y le pagaban muy bien.

Pero ese era su día libre, así que cambiaría su noche de lecturas por una salida casual con George. Algo diferente no le haría mal.

Caminaba a paso apresurado por los pasillos de la universidad hasta llegar a la salida, miró por todos lados hasta que divisó una cabellera pelirroja cerca de un puesto de helados.

Se acercó lentamente hasta captar la atención del hombre que en ese momento tenía una bonita sonrisa. Ni siquiera había rastro de sus preocupaciones en la mañana.

—Espero que te guste el chocolate, porque la vainilla sin duda es mía —Dijo mientras le extendía el chocolate a la chica.

Heather aceptó el chocolate gustosa y espero a que el hombre terminara de pagar.

—¿A dónde iremos? —Cuestiona George.

—A dos cuadras de aquí hay una tienda de aparatos tecnológicos, te servirá mucho.

—Está bien, guiame —Responde el pelirrojo tomando la mochila de la rubia cargándola en su hombro.

Caminaron despacio disfrutando del helado hasta su destino. No tardaron mucho escogiendo un teléfono, después de todo, George sólo quería el teléfono para estar más al contacto con Heather.

—Supongo que es hora de regresar —Murmura Heather al ver que la noche se les había ido encima.

—Te acompañaré a casa, y sirve que me ayudas a configurar esto —Sacude el teléfono en su mano.

Heather pareció pensarlo unos minutos, no llevaba ni una semana de conocerlo oficialmente, ¿debería confiar en él? George pareció darse cuenta de eso.

—Si quieres sólo te dejo cerca al menos por la cuadra.

Heather enrojeció ante la propuesta del mayor. —Oh, vamos, así podrás visitarme cuando quieras.

George sonrió no muy convencido del tono de la rubia, pero decidió aceptar.

Y así fue como pasó la primera noche fuera de su departamento en siete meses sólo hablando con una chica sobre lo lindo que era vivir solos.

Heather le contó sobre el como se independizó a los diesieis, —o más bien como la corrieron de casa después de decidir estudiar Medicina y no Derecho— le contó que tenía dos hermanos mayores, también que escribía libros y dibujaba paisajes. Así George le contó cosas de él —evitando la magia —evitando la parte de la magia— le contó sobre su numerosa familia, sobre sus días de escuela, y sus numerosas aventuras, hasta que tuvo que irse. Ya se verían de nuevo por la mañana.