📚C I N C U E N T A📚

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Nuevamente Heather se encontraba de visita con los Weasley, como cada que tiene una fecha libre corre a por su novio para ayudarle en la tienda e ir a ver a su familia adoptiva. Hoy Molly enseñaba a Heather a hacer el postre favorito de George, según le explicaba la mujer lo preparaba cuando se sentía triste o muy contento, en cualquiera de las ocasiones daba resultado. Alegaba que el día en que Heather y su hijo se casaran ella tenía que saber cómo hacer su postre favorito por si ella no podía hacerlo.

—A Fleur también le enseñé a hacer el postre favorito de Bill, le costó mucho pero aprendió, ahora creo que cocina mejor que yo —Ríe la mayor.

—Cuando era pequeña la cocinera de la casa me enseñó a hacer lo básico de la cocina, mi mamá nunca estaba en casa así que ella solía enseñarme las cosas básicas de ser una señorita —Explicó Heather.

—¿Allá en tu ciudad, tienes muchos dinero? —La pregunta salió directa, sin muchos tapujos, como solía ser Molly Weasley.

Heather trata de no reír.

—Mi papá dirige una empresa donde hace mucho dinero, pero en realidad el dinero es de él, y próximamente mis hermanos que trabajarán allí, él me ha dicho que siempre tendré un lugar en su empresa pero realmente no es lo mío. Así que yo no tengo mucho dinero, de hecho cuando me independisé busqué un trabajo de medio tiempo, claro que ahora que hago mis residencias ya no puedo seguir allí, pero tengo mis ahorros mientras busco una manera de hacer dinsero de nuevo.

—Oh, es que te veo y aparentas ser alguien con mucha clase.

—Oh, Molly, la clase no tiene que ver con el dinero, los valores y costumbres que aprendas son lo que conforma tu persona, no el dinero que cargas en los bolsillos, debería saberlo mejor que nadie.

—En serio eres un ángel, querida.

—¡Ya llegué! —La voz de George se hizo escuchar en la casa, al parecer había tomado un viaje por medio de polvos flu. —¿Eso que huelo es pie de calabaza con miel?

Ambas féminas soltaron una pequeña risa sin contestarle del todo. El pelirrojo se encaminó hasta la cocina donde besó ambas cabelleras para luego inspeccionar la mesa.

—¿Qué veo? ¿Dos de las tres mujeres de mi vida preparando mi postre favorito? ¿Acaso celebramos algo hoy?

—Molly me está enseñando a hacer ese pie, no sabía que la calabaza y la miel supieran tan bien juntos.

Y la conversación hubiera seguido de no ser porque alguien llamó a la puerta llamando la atención de los tres presentes. George fue quien abrió la puerta encontrándose a Angelina y un hombre tal vez un poco mayor que ambos, pero tenía un buen aspecto físico.

—Hola Angie, pasen por favor —La pareja recién obedeció y el pelirrojo cerró detrás de ellos.

Heather y Molly no tardaron en aparecer luego de sacudirse un poco la ropa que habían manchado con harina. Cuando la mirada de ambas adultas jóvenes se encontraron la morena corrió para abrazar a la más baja asustándo a la menor en el proceso pero eso no evitó que unos segundos después Heather devolviera el abrazo.

—Tiempo sin verte, George me dijo que has estado trabajando mucho ¿Verdad? —La rubia asintió y luego Angelina terminó por saludar a la matriarca Weasley y regresar a lado de su acompañante.

—¿A qué se debe está visita nocturna, Angie? Y no nos has presentado a tu amigo —Habló nuevamente George.

—Oh, bueno, de hecho la visita es rápida —Sonrió de lado. —Él es Sebastián Carl, y sé que esto es demasiado repentino pero, él y yo nos casaremos, venimos a invitar a toda la familia Weasley claro está, y obviamente contemplamos a Harry, Hermione y Heather, así que espero puedas hacer un pequeño espacio en la agenda —La rubia sonrió apenada por se tratada con tanta confianza.

—Haré todo lo posible por ir —Aseguró la menor. —Felicidades por la próxima boda, y un gusto en conocerlo, señor Carl.

—Oh, llámame Sebastián, después de todo ambos somos muggles ¿No es así?

—¿Copiandome de nuevo Angelina? —Bromeó George disimulando la sorpresa.

—Calla Weasley —Le siguió la morena.

—Un amigo de Angeline es un amigo de los Weasley, un gusto ¿No quieren quedarse a cenar?

—Oh, nos encantaría, Molly pero tenemos que seguir visitando a más amigos, pero fue un gusto encontrarlos, en especial a ti, Heather —La rubia volvió a sonreír y está vez ella le dió un último abrazo antes de que la pareja recién descubierta se fuera.

No cabía duda, que aunque Heather no contara con la magia del mundo mágico, cada vez se sentía más en casa.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍| 𝚐𝚎𝚘𝚛𝚐𝚎 𝚠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora