𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍| 𝚐𝚎𝚘𝚛𝚐𝚎 𝚠.

☕V E I N T I N U E V E☕

—¡Ya llegamos! —La voz de Ginny suena en la oficina donde está la chimenea.

—¡Mamá te mandó comida! —Secunda Ronald.

—¡Estoy en la cocina! —La voz de George resonó desde la sala.

Los menores se dirigieron al lugar indicándo topándose con el más alto soltando en la mesa varios ingredientes para lo que parece una poción.

—¿Me ayudan a llevar todo esto abajo?

Los tres comenzaron a cargar tres o cuatro frascos cada uno y se dirigieron al sótano.

—¿Qué se supone haces? —Ginny hace una mueca.

—Abrimos en tres semanas, y no tenemos nada en la sección  de pociones, Ron, en el transcurso del día deben llegar los proveedores de nuevos dulces de la temporada ¿podrás recibirlo en caso de no estar?

Ron asiente sonriente.

—Ginny, pasame el libro de pociones en la página de la amortentia, llevo casi un año sin hacer esta cosa —Habló George mientras calentaba el caldero.

Ginevra no lo dijo, pero le hacía feliz ver a su hermano más alegre.

Por otro lado, George se sentía contento de que todavía tuviera su toque en pociones, la amortentia le salió perfecta. Lo supo cuando el olor a duraznos, chocolate y gardenias, el olor de Heather. Y claro, también cuando Ron comenzó a quejarse del olor a libros viejos de Hermione.

Cuando comenzaron a envasar la amortentia, un poco de ella cae en la camisa de George, una gota muy pequeña pero eso bastó para convertirlo en un perfume andante.

Los proveedores llegaron unas horas después y entre los tres bajaron las cajas y las llevaron al sótano junto con la amortentia, pues antes tenían que limpiar el polvo y sacar los productos caducados antes de empezar a ordenar la nueva mercancía.

Era un lunes por la noche, es por eso que no pensaba recibir un mensaje de su rubia favorita.

Heather: ¡Aprobé el primer examen! ¿Celebramos? Pediré pizza :)

George: Están Ginny y Ron ¿me aceptas con mis bendiciones? :D

Heather: Pediré dos pizzas entonces ;) Pueden dormir aquí incluso.

George: Te caemos ahí en treinta entonces :)

George cuando el teléfono y giró a ver a sus hermanos quienes peleaban por una empanada de calabaza.

—Niños, preparence, iremos a casa de Heather —Informa.

—¿Al mundo muggle? —Dice Ginny emocionada.

—Sí, ahora vamos, le dije que estaríamos ahí en treinta y yo nunca llego tarde.

—Diablos, Georgie ¿te vaciaste el frasco completo de perfume? —Gime Heather tratando de ahuyentar el olor.

George frunce el ceño. —Yo no... —Y entonces pareció recordar, la amortentia, no se había cambiado la camisa antes de ir.

Sus hermanos menores parecieron compartir el mismo pensamiento porque se miraron entre sí sin ocultar sus sonrisas.

—Sí, ya recordé, se me vacío el frasco por accidente —Miente George sin poder ocultar una sonrisa.

¿Entonces le gustaba a Heather?

—¿Eso es pizza? —Gime Ron sin poder creerlo. —Mamá no nos deja comer eso —Y sin pensarlo se mete un trozo a la boca.

—Mamá prefiere la comida casera —Explica George encogiendose de hombros.

—Elena también, así fue como empecé a comer comida chatarra —Ríe Heather.

Los chicos le hacían preguntas a Heather sobre la universidad y esta les respondía gustosa, al parecer nunca nadie se había preocupado por su desempeño académico.

Terminaron quedándose a dormir con la rubia, las dos chicas durmieron en la cama y los varones en los sofás de la sala.

Al día siguiente desayunaron lo que quedó de la pizza mientras escuchaban canciones en la radio y Ginny y Heather bailaban como locas.

—Hora de irnos —Hablo el mayor.

Heather hizo un puchero. —¿Cuando regresan?

—En dos semanas, andando chicos.

Ginny y Ron se adelantaron a la salida dejando a Heather y George solos. El más alto le regaló una sonrisa a la rubia antes de abrazarla.

—Gracias por recibirnos, Thery —Deja un beso en su frente. —Suerte en tu examen de hoy.

Heather se sonrojó, George nunca se había acercado tanto a ella.

—G-gracias, suerte con la organización de tu tienda —Devuelve Heather mientras acomodaba su cabeza en el pecho del pelirrojo. Pudo sentir los latidos acelerados del chico.

¿También estaba nervioso?

Se despide nuevamente y George alcanza a sus hermanos en la puerta del apartamento, quienes tenían una sonrisa cómplice que George les devolvió.

Y así regresaron nuevamente a sortilegios Weasley.