📚V E I N T I O C H O📚

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En definitiva, Heather necesitaba de esa noche con George, aquella tarde se la había pasado todo el día tratando de estudiar, pero por alguna razón el pelirrojo mayor no salía de su cabeza impidiendole memorizar lo que debía, así que hizo lo que cualquiera hace para calmar su "antojo", conseguirlo. Lo llamó y se encargó de recalcar que necesitaba a su mejor amigo.

Aunque realmente ese mensaje había sido más para ella que para él, inconscientemente.

Para la mañana siguiente Heather se encontraba más tranquila, todo estres debido a los exámenes había desaparecido, ahora sólo tenía una inmensa hambre, pero también quería quedarse a observar a George dormir un rato más.

Heather, es muy raro mirar a tu mejor amigo dormir.

Se regañó y luego aún en silencio se dirigió a la cocina para preparar el desayuno de ambos.

George se fue pasadas las diez de la mañana deseandole suerte para su examen del día.

Pero las cosas no siempre pueden ser perfectas ¿verdad? Elena Smith apareció en su puerta aquel día con una sonrisa que no le pudo contagiar a su hija.

—¿Qué haces aquí?

—¿Así es cómo recibes a tu madre? —La mujer entró al departamento. —Admito que creí que tu amigo estaría aquí —Se paseó por la cocina.

—George, madre, se llama George —Le corrigió Heather sin mucha paciencia.

—Si, bueno él ¿qué tal tus vacaciones, cariño? Trabajando, supongo —Soltó burlona la mayor.

—No en realidad, la pasé con George y su familia, muy cálida por cierto, su madre me trató como a una hija —La cara de Elena se endureció, Heather sabía que puntos tocar.

—¿A sí? Ya veo entonces porque no recibimos algún mensaje tuyo, estuviste jugando a la familia perfecta ¿no?

—No mamá, no estuve jugando a la familia perfecta, estuve pasando tiempo de calidad con la familia Weasley ¿sabes? Ellos se preocupan por sus hijos, y entre los mismos hermanos se protegen, no intentan hacer más dinero a costa de una boda ni agrandar extensiones con empresas estúpidas, a la hora de la cena todos están en la mesa y se cuentan de su día ¿alguna vez hiciste eso tú, Mami?

—Por favor Heather, soy una mujer de negocios, no tengo tiempo para esas pequeñeses —La rubia comenzaba a cansarse.

—¿Entonces que diablos haces aquí? Largate que tengo que irme a la universidad, tengo exámenes que presentar.

Elena rueda los ojos.

—Sólo venía a informarte, niña, que si no aceptas tu compromiso con Jason entonces vete olvidando de la herencia familiar.

—¡NO QUIERO TU MALDITO DINERO!¡LARGATE! —Rugió Heather al borde de la ira. —Me graduaré y seré una gran doctora, y entonces podré comprarme los lujos que quiera con MI dinero, me casaré y tendré lindos hijos a los que llenaré de amor y felicidad, ¿y sabes que ejemplo seguiré? Obviamente no el tuyo, madre... —Hizo una pausa para respirar. —¿O ahora debo llamarte Elena?

Y cómo si la mayor hubiera visto al mismo diablo, dio la vuelta sobre sus talones y se dirigió a la salida.

—En definitiva, no sé quién eres ni que hiciste con mi hija pero tú, ya no lo eres —Y se fue.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍| 𝚐𝚎𝚘𝚛𝚐𝚎 𝚠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora