Fanfic Hawks × Reader +18
Eres una persona normal, esa es tu vida, eres de las pocas personas que nacieron sin un quirk y puedes vivir tranquila con ello.
Eres una artista con miedo a las alturas que irónicamente vive en un piso 32 y se dedica a ven...
- ¿Por qué me trajiste aquí?- pregunté sentada a su lado en el suelo, abrazando mis piernas.
- Algo me hizo pensar que necesitabas un poco de aire y una nueva perspectiva.
- La vista es hermosa.- dije recargando mi cabeza en su hombro.
- La ciudad de noche es uno de mis escenarios favoritos para un momento romántico.- dijo. Llegó una oleada de aire frío que me hizo estremecer.- Ah, perdóname, te saqué de tu casa sin suéter.-dijo cubriéndome con una de sus alas.- ¿Mejor?
- Mejor...- nos quedamos en silencio un momento.- Gracias.
- No es nada.-dijo mirando a la distancia.- mis alas son cálidas.
-No me refería a eso, te agradezco por entenderme y aceptarme, a pesar de lo que viví.
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- Cuando trabajas como héroe aprendes a entender que las personas viven cosas horribles y que no tienen la culpa, no me atrevería a juzgarte por algo que no podías controlar. Especialmente cuando no posees un quirk con el que puedas defenderte.-dijo mirando a la distancia.- No existe nada que pueda hacer para cambiar tu pasado pero te prometo asegurarme de que tu futuro conmigo sea mucho mejor que eso. Te prometo que haré lo que pueda por borrar de tu mente y cuerpo cualquier rastro de las personas que te han lastimado, si tú me lo permites.
Entonces tomé su rostro con mi mano haciéndolo voltear y me acerqué lentamente a sus labios dónde dejé un beso muy corto y suave.
- Creo que puedo confiar en ti.- le dije cerca de su rostro aún.
- Voy a curar tu miedo a las alturas, mi ruiseñor.
Pasamos el resto de la noche tumbados mirando al cielo, ya era de madrugada cuando me devolvió a mi casa, por mi temor no fui capaz de abrir los ojos pero el vuelo se sentía muy bien. Me dejó en casa diciendo que le gustaría quedarse pero que tenía que trabajar, aún así quedamos de vernos después.
Pasaron varios días antes de que eso fuese posible pero nunca me faltó un mensaje de buenos días, un "¿Ya comiste?" Por as tardes y un mensaje de buenas noches. Era raro tener a alguien preocupándose por mí así.
Hoy se cumplían cinco días desde la última vez que nos pudimos ver en persona y recibí una entrega inesperada, un arreglo bastante interesante de flores de aspecto tropical, muy lejos de las rosas convencionales coronado con una cajita y una nota.
El papel ponía por fuera "Mi ruiseñor" y al abrirlo sólo contenía la palabra "pronto". Tomé la pequeña cajita de tal vez cinco por cinco, tenía una palomita por debajo y al abrirla me encontré el mecanismo de una caja de música así que le dí vueltas a la palomita y comenzó a sonar, es una canción que me encanta, de mis favoritas de hecho. La música me llenó por un momento, era como si él estuviera aquí, es un detalle muy bonito.
