Capítulo 39: El comienzo del fin, parte 2.

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Lo primero que siente Blaze es sorpresa, después siente el escozor en su mejilla por la cachetada que acaba de recibir por parte de Flayre, la loba de fuego mira con total desaprobación y decepción a su aprendiz atónita, las dos mujeres se habían reunido en la sala de entrenamiento esa tarde para una rápida sesión de combate; lo que inició como una charla amistosa y alegre se convirtió muy rápido en una unilateral por parte de Blaze luego de decirle a su maestra lo sucedido la noche anterior con Silver.

Para antes de que la princesa se diera cuenta de lo que pasaba, ya Flayre estaba encima de ella propinandole una fuerte bofetada sin darle ninguna explicación.

"...¿Flayre?" fueron la primera palabra que escapa de sus labios al salir de la sorpresa inicial.

"Hay cosas que puedo pasar por alto, incluso los errores más tontos o estúpidos tienen arreglos" Flayre estaba viendo a su aprendiz con molestia pura "Lo que no voy a pasar por alto Blaze, es que cometas estupideces o tomes decisiones basadas en tu pendejo despecho"

Silver, que hasta ese momento estaba como un simple observador en la sala de control, ingresa en la habitación y se notaba por su expresión que no estaba de buen humor.

"¿¡Qué crees que estás haciendo!?" le reclama el erizo plateado apretando sus puños listo para pelear "¡Haz perdido la cabeza!"

Flayre no le importaba un pepino la aparición del hombre, en su lugar; levanta una cortina de fuego alrededor de ellas dejándole por fuera, Silver se cubre con los brazos en un intento por protegerse de las intensas llamas. Los dos se baten con las miradas por unos momentos, la loba mira como la armadura maldita estaba actualmente restringida en el guante de su mano derecha, mas no por ello su personalidad no mostraba signos de seguir bajo influencia parcial de ella.

"Las mujeres estamos hablando, no te metas a menos que quieras que te haga daño" le amenaza viéndolo detrás del muro de fuego "Última advertencia, idiota"

"Quiero verte intentarlo" le responde tomando postura y si te fijabas bien, podrías ver como el guante en su mano empezaba a tomar un estado líquido.

Los dos estaban a nada de empezar una contienda, de no ser por la oportuna intervención de Blaze, la gata tratando de evitar que dos de las personas que a ella más le importan se enfrenten usa su pirokinesis para absorber las llamas de Flayre y liberarlas como un fuerte torrente candente entre ambos sujetos. Tanto Silver como Flayre se sorprenden por las llamas que los sacan de sus estados agresivos y le hacen prestarle atención a la mujer.

"¡El próximo que intente ponerse chulo, se las verá muy calientes!" fue ahora el turno de la princesa de amenazar a ambos para calmar los aires "¿Te importa explicar, Flayre?"

A modo de respuesta, su maestra le dio una mirada que ella no supo entender para posteriormente darse media vuelta y decirle algo antes de marcharse.

"Si no eres ni siquiera capaz de entender el motivo por el que hice lo que hice, eso solo demuestra lo mucho que te falta por madurar"

Y con eso dicho, los dejó a ambos con las palabras en la boca ya que no se quedó lo suficiente como para escuchar alguna queja de Silver o pregunta de Blaze, para esta ultima; la actitud de su maestra y amiga la deja con un amargo sabor de boca y la sensación de que cometió un gran error del que no es consciente.

En otra parte alejado de este evento, Sonic estaba en la cima de la cascada en las afueras de la base, el erizo se sentó cerca del borde contemplando el vasto cielo despejado. En su mente todavía se reproduce la conversación que tuvo con el abuelo de Shiro, lo que le dijo sobre el presentimiento que tiene, no puede ser algo casual.

Shiro también tiene el mismo pensamiento que su contraparte; que el abuelo Jayson rara vez se equivoca, pero por el bien de ellos y los demas; rezaran para que esta sea una de esas veces. Normalmente Sonic no es alguien que piensa mucho en cosas complicadas, por lo general es alguien que fluye con los eventos y solo piensa en vivir la vida al máximo. Por ello de un salto se levanta y realiza una caída libre por la cascada, antes de tocar el agua, su velocidad de caída se aminora hasta estar justo encima de la superficie del lago; flotando apacible momentos antes de salir disparado como un cohete al firmamento, Sonic vuela tan alto y rápido como puede sintiendo las corrientes de viento golpear su rostro y envolver su cuerpo.

Sonaze II: CrossfireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora