Capítulo 34: Unidos como uno, venga a los caídos, parte 2.

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Fue tan rápido que nadie vio con exactitud lo que sucedió, lo que sí estaba claro era la luz, el sonido de un cristal fracturandose y mucho viento.

Unos momentos atrás.

Blaze, Maria y el resto veían los momentos finales de la pelea entre los tres guerreros y Dark Gaia, contemplando como era sepultado por el castillo y a Flayre creando con rapidez un círculo similar al que rodeaba el cuerpo físico de Shiro.

Esa era la señal para Blaze, por lo que activa su círculo en simultáneo con el de ella usando sus fuerzas restantes para expulsar a la manifestación de Gaia. Todos los espectadores miran con asombro como los escombros de improviso son tragados por un mar de llamas que prácticamente besaban el cielo. Por su parte, Blaze también baña a Shiro en llamas aunque más tranquilas y pacíficas, claro que hubo que sujetar a Maria unos momentos en lo que se tranquilizaba para que recuerde que este fuego no lastimara a su hermano.

Fue ahí cuando todo se volvió confuso. El cuerpo de Shiro flota unos centímetros en lo que la oscuridad que se esparcio en él retrocede recuperando su color natural, a sus espaldas el ruido de algo resquebrajandose llama la atención de todos mas antes de poder ver lo que sucedió; una intensa luz los deja a todos ciegos.

De haber podido ver habrían notado a los dos prisioneros también brillando, pero era cierto erizo azul el que antes de que todo se volviera un caos, el que llegó a abrir los ojos...

De regreso al presente.

Tardó bastante pero por fin la luz se desvanecio lo suficiente para que todos recuperaran un poco la vista, no fue hasta que ya no quedaba rastro de ella que lograron abrir por completo los ojos y ver que tanto el cuerpo de Shiro como la cápsula de hibernación de Flayre habían desaparecido.

"¿¡Pero qué demonios!?" el primero en reaccionar es Osiris al ver que su amigo ya no estaba "¿¡A dónde se fue!?"

"Mejor aún, ¿dónde esta la cápsula de Flayre?" dice Nix viendo por todas partes intentando encontrarla.

Katty tenía poco interés en eso, lo que le interesaba ahora era el cuerpo inerte de su querida prima tirada todavía en el lugar donde la vio por ultima vez. Se arrodillo a su lado y la toma en brazos llamando a su prima con preocupación por su bienestar.

"Vamos, vamos. No te atrevas a morirte en mí" Katty se mece junto con su Blaze, la loba tenía una mirada llena de preocupación "Por favor Blaze, despierta" le súplica casi en susurro.

Por unos breves instantes de verdad que Katty creyó que algo realmente malo le había sucedido, hasta que la gata de fuego abrió muy lentamente los ojos. Parpadea despacio un par de veces antes de toser un poco en lo que lo controla y ajusta la mirada y percatarse de que se encuentra entre los brazos de alguien, seguido a eso siente que algo húmedo y cálido toca su frente llevandola a subir la mirada para ver que la dueña de estos brazos y las lágrimas que caen en su cara no es otra que de Katty, la misma que rara vez a visto fuera de ese aire tan serio y estoico suyo, ahora tiene una tierna y aliviada sonrisa mientras siguen brotando lágrimas de sus ojos para terminar en el rostro de su prima.

"...Katty..."

"...Buenos días...dormilona" logra decir entre sollozos y gemidos.

Con algo de pesadez y esfuerzo, Blaze lleva su mano hasta la cara de Katty y va limpiando algunas lágrimas de sus mejillas a lo que la loba se pierde un poco en su toque.

"¿...Funcionó?"

"Depende de cómo lo mires" le responde con calma.

Con la ayuda de Katty, Blaze se levanta apoyando su peso en ella y ve que no estaban ni Shiro ni Flayre, pero eso no es lo único raro. Pues fue el turno de la eriza amarilla hacerles ver el otro «pequeño» detalle que pasaron por alto.

Sonaze II: CrossfireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora