Capítulo 35: Familia, amor, sentimientos encontrados.

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Maria fue la primera en abrir los ojos a la mañana siguiente, la habitación estaba oscura y no había ningún sonido aparte del que genera el aire acondicionado, sin moverse en lo más mínimo al estar cómoda entre los brazos de su hermano, Maria deja salir un suspiro silencioso para terminar de acurrucarse aún más en su Shiro.

Bien podría volver a dormir, de todas formas no hay prisas por levantarse.






Los parpados de Blaze se abrieron con algo de pesadez y con ganas de volver a cerrarse, la verdad ni siquiera ella entiende por qué se habrá despertado cuando lo que desea es dormir por días por lo agotada que se siente. Y estaba por darle a su cuerpo lo que le pide antes de que un destello de lo que sucedió anoche le hace hacer una pequeña inspección del lugar con la vista, todos los demás seguían dormidos, aunque con las luces apagadas y sin ningún movimiento no tenía la seguridad de que de hecho sigan todos aquí, pero a quien ella buscaba no lo vio en el lugar que ocupaba a su lado la noche anterior, una parte de ella sabe que no debe de desilusionarse por ello ya que ella misma le dijo que se quedara hasta que volviera a coger el sueño, pero aún así quería ver a Sonic todavía sentado ahí con ella. Sin embargo algo en el rabillo de su ojo llama su atención, en la mesita al lado de su cama además de su chaqueta y accesorio para el pelo, estaba una flor y se veía bastante familiar, tardó un poco en reconocerla pero el recuerdo la golpea momentos después. Era la misma flor que Shiro le regalo hace tiempo, esta tenía un leve brillo que apenas si era suficiente para distinguir la figura de la planta y no había que ser un genio para saber quién se la dejó.

Eso solo basta para poner una sonrisa boba de forma involuntaria en su rostro antes de acomodarse para volver a dormir.






Silver se despierta por un sonido leve pero constante en las celdas, sus parpados tardan en ajustarse para dejarle buscar la fuente del ruido, por fortuna suya no tuvo que buscar mucho al ver que la causa estaba justo frente a su celda y estaba dormida placidamente. Amy de verdad pasó la noche con él para hacerle compañía, pese a que seguro que dormir en el suelo debe ser duro y nada cómodo, ella no parece importarle en lo más mínimo y eso calienta el corazón del erizo. De verdad no sabe qué hizo para merecer a alguien tan genial como Amy y su cariño por él.

Queriendo agradecerle de alguna forma y sin estar del todo seguro que vaya a funcionar, Silver usa sus poderes para hacer levitar a la eriza rosa unos pocos centímetros sosteniendola ahí, lo que él desea es el poder darle al menos unos minutos más de sueño y que sean placidos, es mejor que dormir en el frío y duro suelo.

El sueño lo empieza a reclamar también y decide dejarse llevar por el, esta bastante seguro que incluso dormido; su subconsciente no dejará caer a su amiga.

A su querida amiga.






En el comedor más tarde se encontraban los hermanos compartiendo un desayuno, hace poco que despertaron y se arreglaron para el día, se sentaron a comer en relativa calma mientras conversaban ocasionalmente en lo que poco a poco el lugar se iba llenando, primero apareciendo por la entrada Flayre, seguida por Haytham, poco después por Alura y así.

“Dios, no saben cuanto extrañaba mi habitación” comenta la loba escarlata tomando asiento con su desayuno en bandeja “Aunque hubiera sido lindo que alguien lo limpiara de vez en cuando”

“Tu cuarto, tu desorden, tu limpias” dijo sin siquiera levantar la vista el mercenario rojo.

El puchero en el rostro de Flayre era algo casi adorable.

“Uno pensaria que para alguien que estuvo en coma por años lo último que quisiera es irse a dormir”

Las palabras de Alura se ganaron algunos asentimientos de los demás pero Flayre lo despacho con desdén.

Sonaze II: CrossfireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora