Capítulo 19: La bestia que todos llevamos dentro.

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En el momento en el que el dúo de mercenarios acompañados por G.U.N. ingresaron a la habitación, fueron atacados por sorpresa por todos lados desde los pilares. Como perdieron; habían caído en una trampa.

“¡Todos a cubierta, rápido!" gritaba por encima de los disparos, Haytham desviaba los disparos lo mejor que podía.

Asaco usaba la protección que le brindaba la armadura para correr directo a los enemigos, quienes quieran que fueran. Varios soldados devolvían el fuego; pero eran incapaces de saber dónde estaban los agresores, causando que las bajas aumentaran rápido.

“¡A este paso seremos acabados!" gritaba en pánico uno de los soldados.

“Todos tranquilos, no pierdan la concentración" Haytham trataba de proteger a cuantos pudiera “Enfoquen sus ataques al lugar que ataque él" les ordenaba al apuntar al águila que ya saltaba directo al pilar más cercano.





Maria y Shadow al ser los más cercanos al punto de encuentro, escucharon los sonidos de los disparos; sin perder tiempo corrieron a la batalla, pero unas criaturas semejantes a sombras salieron de entre las grietas del suelo y empezaron a atacarlos.

“¿Pero qué son estas cosas?" cuestionaba Shadow disparando varias Chaos Spears.

“¿Y qué sé yo? Sólo ataquemos" dijo Maria materializando su bastón para empezar a repartir dolor.

Abalanzándose al más cercano, hizo un barrido con su pierna para que perdieran el equilibrio y proceder a golpearlos en media caída con su bastón justo en el pecho. Lo curioso fue que al golpearlos, el bastón los atravesaba como si realmente estuviesen hechos de sombras, disipándose en una suave cortina de polvo.

“Estás cosas ni cuerpos tienen" declaraba al ver lo fácil que era encargarse de ellos.

Dos disparos pasaron cerca de su cabeza al voltear a ver a Shadow, pero no le apuntaba a ella; si no al par de criaturas que estaban por atacarla por su descuido.

“Gracias" le dijo a su compañero.

“No te distraigas, todos abran fuego" le ordenó a los soldados al ver aparecer más de esas cosas.

......

Blaze corría tan rápido como sus piernas se lo permitían, con un dragón gigantesco persiguiendote; tú también escaparías.

“¿¡Qué clase de broma enferma es esta!?" gritaba histérica al voltear lo suficiente para ver por el rabillo del ojo a su perseguidor “¿Por qué me sigues?"

A respuesta, el dragón rugió tan estridente que la gata podía sentir sus tímpanos reventar, pero no esperaba una respuesta de él; esperaba una respuesta de la voz que se escuchó antes de que este monstruo apareciese. Por cada pasillo que atravesaba Blaze, era seguida de cerca por la criatura que destrozaba el lugar por la magnitud de su tamaño.

“¡Para ser tan grande eres demasiado rápido!" se quejó Blaze dándose cuenta que no podía dejar atrás al dragón “Maldición"

Al frente de ella, ya no había camino que seguir; sin darse cuenta entró en un callejón sin salida. Bueno, ya sabes lo que dicen; si no hay salidas, haz una y eso fue justo lo que hizo.

Desde el exterior del templo se percibió como una parte del quinto piso se destruyó dejando salir a una gata de fuego por el agujero siendo observada por el dragón. Blaze realizaba una caída libre de unos ciento ochenta metros aproximadamente, lo que no ayudaba para nada a su miedo a las alturas, pero si le dan a elegir entre eso y un dragón; bueno, digamos que una bestia escupe fuego gana; por muy poco, pero gana. Pero no era momento para preocuparse por ello, ¡estaba cayendo a una muerte segura! Debe de encontrar la forma de amortiguar su caída y rápido.

Sonaze II: CrossfireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora