ADEMÁS DE MÍ • Bizarrap.

005.

Martina.

Con un nudo asqueroso en la garganta salí de Instagram y dejé el celular sobra la mesa. Estaba bastante shockeada, intentaba poner excusas como que quizás era alguien con la misma pulsera pero sabía que era imposible porque la hice hacer especialmente para él.

Mi celular empezó a sonar. "Joaquito" decía el identificador.

— Hasta que te acordás de mí — dije apenas contesté. Escuché la risa de Joaco desde el otro lado.

— Sabés que andaba de viaje, beba — respondió. —. Pero ahora ando en Buenos Aires y quería saber si tenés ganas de salir a merendar o algo así nos podemos al day.

Sonreí a pesar de que él no me podía ver. — Dale, ¿me buscas?

— Sí, sí, estate lista que en quince caigo.

Después de eso cortamos la llamada y me fui a cambiar. A Joaquín lo conozco desde que somos chicos porque vivíamos en el mismo barrio, después mi familia se mudó pero nos reencontramos siendo adolescentes y la amistad siguió igual. Es un ser de luz y de las personas más buenas, fieles y desinteresadas que conozco. La mejor parte es que su fama como Seven Kayne jamás se le subió a la cabeza, él seguía siendo el mismo chico risueño y simple de siempre.

Me puse unos jeans tiro bajo, un top mangas largas, botitas hasta arriba del tobillo con un poco de taco y una campera grandota. Cuando ya estaba terminando mi delineado de siempre Joaco me avisó que estaba afuera, así que me perfumé, me pasé la riñonera por los hombros hasta dejarla cruzada y después de agarrar el celu y la billetera me fui, avisando que volvería más tarde. Entré al auto y saludé con un súper abrazote a Joa, lo extrañaba muchísimo y lo necesitaba.

— ¿Qué onda negra? — puso en marcha el auto sonriente.

Suspiré. — Entre otras cosas creo que le ando compitiendo a Bambi — contesté. Le tenía mucha confianza así que no me lo guardé.

Joa abrió grande sus ojos y frenó en un semáforo en rojo, lo cual aprovechó para mirarme. — ¿Posta me lo decís? ¿Muy segura?

— Digamos que... un 97%.

Ahora él suspiró y, negando con la cabeza, volvió a poner en marcha el auto.

— ¿Cómo te diste cuenta?

Ahí le conté todo. Desde que las cosas se pusieron rara, la vez que Patri me contó que iban a ir los cuatro a desayunar y él estaba súper feliz con ella, lo de la noche anterior en la fiesta de su cumpleaños y finalmente lo del Instagram y su pulsera.

— Na, re loco... No suena a algo que Gonzalo haría — murmuró. Solté un "ja" bastante amargo.

— Es que este no es Gonzalo, Joaco, de repente solo es Bizarrap, tiene los humos re subidos y cambió banda — la tristeza inundaba mi voz y mi amigo se dió cuenta ya que puso una de sus manos sobre una mía y la apretó fuerte.

— ¿Cómo me dijiste que se llama la piba?

— Renata Chapedi o algo así

— ¡No te la puedo creeeeer! — Joaquín se rió amargo negando con si cabeza. Yo me quedé callada para que me explique su reacción. — Hace año y medio más o menos Nathy me la presentó, al principio todo bien pero después se me re tiraba encima pese a que sabía que yo andaba con Lula y además vivía diciéndole que no quería, viste. Después cuando yo subía historias con Lula ella me las respondía con nudes, todo para hacer que Lu se enoje conmigo y me deje.

— Ah, una hija de yuta mal — dije. Gracias a mis queridos amigos Mauro Lombardo y Alejo Acosta por pegarme esa expresión.

— Y de las peores — estuvo de acuerdo.

Suspiré luego de unas cuadras en silencio. — ¿Decís que responda la historia? No sé, ponerle algo tipo " bella esa pulsera" o una boludez así.

Joaco lo pensó unos segundos. — Nah, lo que vas a hacer es hacerle captura a la foto, fijate si alguno de los chicos la sigue y que te tengan al tanto si sube algo más, anda juntando pruebas y un día caele con todo al pelotudo ese — al final ya hablaba con bronca, lo cual hizo que me sienta querida ya que se preocupaba posta por mí. —. Gonzalo es mi amigo y todo pero... la re cagó.

Asentí con tristeza y llegamos al lugar donde merendaríamos. Dimos por finalizado ese tema y el resto de la tarde nos la pasamos riendo y contestando preguntas en Instagram. También le conté sobre el tema que sacaría con Khea dentro de nada y lo invité junto a su novia, Lula, a mi show de la semana siguiente. Joaco me hizo olvidar durante unas horas lo que estaba pasando con Gonzalo y yo no podía estar más agradecida por tener a una persona así de bella, mágica y buena en mi vida.

Por la noche me dejó en casa y, lamentablemente, mi mente volvió a lo Gonzalo y Renata.

¿Por qué me haces esto, Juli?